Según la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), 34% de la población activa estaría con problemas de pagos si se consideran los datos de Dicom, cuyos registros anotan 2.400.000 personas morosas.

Cada trabajador empleado en Chile tiene un promedio de 4,4 tarjetas de crédito de acuerdo a los cálculos de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), lo que explicaría el nivel de sobre endeudamiento en el país, donde el actual nivel de la tasa máxima convencional -a juicio de la organización- tiene mucho que decir.

La organización propuso a la comisión de Economía de la Cámara de Diputados, que revisa el proyecto de ley que regula la tasa máxima, una nueva forma de cálculo para bajarla del actual 50% a 12% anual.

Endeudados. "Para una población activa de 6 millones 600 mil chilenos con trabajo, se han emitido 29 millones de tarjetas de crédito, lo que daría un promedio de 4,4 tarjetas por trabajador empleado", señala la asociación de consumidores.

"De esta cifra de 29 millones de tarjetas de crédito, 21 millones se encontrarían vigentes, lo que indicaría que 8 millones de tarjetas han sido cerradas por diferentes causas", añade.

Según su análisis, 34% de la población activa estaría con problemas de pagos si se consideran los datos del Dicom, cuyos registros anotan 2 millones 400 mil personas morosas.

"El monto del dinero disponible de una familia disminuye en términos reales, al aumentar el endeudamiento de las personas usuarias de tarjetas de crédito", sostienen.

Tasa máxima. Según Conadecus, algunas de las causas de este problema se encuentran en "la asimetría en la información (parcialidad y falta de transparencia), la tasa de interés legal de carácter usurario y cálculo desregulado, y cobros adicionales excesivos".

Como propuesta, Conadecus plantea que la tasa máxima de interés se calcule con una tasa de riesgo, acotado y cubierto por un porcentaje razonable, que proteja al acreedor de la posibilidad de no pago.

"Recomendamos que esta tasa no puede ser superior a un valor de 12%, como máximo. Debe calcularse sobre el riesgo total de la masa de crédito, respecto del total tanto para el sistema bancario, como el no bancario, descontando el riesgo que provoca la sobre oferta de medios de pago", dijieron.

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