Carlos Cano resaltó que pese a que Colombia está en mejores condiciones que los países de la región, hay indicadores que muestran un deterioro local mayor al esperado.

El codirector del Banco Central de Colombia, Carlos Gustavo Cano, consideró que la economía local probablemente crecerá cerca del 3% este año, por el impacto de la caída de los precios del petróleo y el débil panorama externo, aunque estimó que la tasa de interés debería permanecer estable al menos este año.

A pesar de que el funcionario, uno de los siete miembros del directorio del banco central, mantuvo su rango de proyección de expansión del PIB de entre 3% y 3,5%, sus comentarios mostraron un sesgo más bajista frente a la postura que tenía a comienzos de marzo.

"Colombia crecería (...) probablemente más cerca del 3% que del 3,5%", dijo Cano en una presentación el lunes en la tarde publicada en la página de internet del banco.

Cano resaltó que pese a que Colombia está en mejores condiciones que los países de la región, hay indicadores que muestran un deterioro local mayor al esperado.

"En febrero el índice de confianza del consumidor cayó por tercer mes consecutivo, sugiriendo una pérdida de dinamismo del consumo de los hogares durante los próximos meses", indicó.

"El componente tendencial descendente de las expectativas de la industria no se ha recuperado", agregó.

Las minutas de la reunión del Banco de la República de marzo informaron que si se confirman las tendencias bajistas sobre la actividad económica, el organismo podría reducir su proyección de crecimiento más probable para el 2015 de 3,6%, la cual ya es más conservadora que la meta del Gobierno, de 4,2%.

Pero Cano opinó que el tipo de interés referencial debería permanecer en el actual nivel de 4,5% en lo que resta del 2015, en medio de las expectativas de que se cumpla la meta de inflación para este año, de entre 2% y 4%.

"No obstante la desaceleración de la economía y el retorno de la brecha del producto a terreno negativo, la tasa de interés de intervención del Banco debería mantenerse inalterada al menos durante lo que resta del año", dijo.

"Pero siempre y cuando las expectativas de inflación no se desanclen de la meta, caso en el cual habría que considerar su elevación", afirmó.

El Banco Central ha mantenido durante los últimos siete meses estable su tasa, en medio del dilema entre un aumento de las presiones inflacionarias y un menor crecimiento económico.

A pesar del reciente incremento de la inflación, que a marzo acumuló un 4,56% anual, Cano confió en el cumplimiento de la meta.

La "inflación sin alimentos es más relevante para la política monetaria. Se halla dentro de lo que podría llamarse el segmento central de ‘seguridad’ del rango meta", concluyó.