Las ventas totales de bonos de gobiernos y empresas ascendieron a US$342.000 millones con 498 operaciones en el año al 11 de diciembre.

Los mercados emergentes emitieron casi un tercio menos de bonos en divisas este año ante una sequía de colocaciones de Brasil y Rusia, y la emisión podría descender aún más en 2016 con la subida de tasas de interés de Estados Unidos.

Las ventas totales de bonos de gobiernos y empresas ascendieron a US$342.000 millones con 498 operaciones en el año al 11 de diciembre, de acuerdo con datos de Thomson Reuters. Eso representó una caída desde un récord de US$492.000 millones en 2014 con 742 negocios.

Las compañías vendieron la mayor parte de los bonos, por un valor de US$228.000 millones en 390 transacciones. Eso representó una reducción desde US$364.000 millones el año pasado. El endeudamiento soberano ascendió a 113.000 millones, mostraron los datos, una caída de 11,5 por ciento desde 2014.

"La ausencia de los dos mayores países (emisores) cambió el cuadro del mercado este año, especialmente en el espacio corporativo", dijo Sergei Strigo, responsable de deuda de mercados emergentes en la firma administradora de activos Amundi, refiriéndose a Brasil y Rusia.

Las sanciones occidentales contra Rusia efectivamente han dejado afuera a sus empresas de los mercados internacionales de deuda.

En Brasil, las turbulencias políticas y económicas dificultan que las compañías pidan prestado a tasas atractivas, y Standard & Poor's rebajó su deuda soberana a basura en septiembre, agudizando el problema.

Las empresas chinas fueron la mayor fuente de emisiones, explicando bonos por 100.600 millones de dólares, casi sin cambios desde 2014. México estuvo segundo, con US$26.400 millones, y Corea del Sur quedó tercera con US$21.400 millones.