Pasar al contenido principal

ES / EN

Colombia puede ganar una década de crecimiento económico si se logra la paz
Martes, Septiembre 16, 2014 - 17:00

Así se desprende del libro "Costos económicos y sociales del conflicto en Colombia: ¿cómo construir un posconflicto sostenible?", elaborado por varios economistas colombianos.

Bogotá. El PIB de los departamentos de Colombia tarda en duplicarse, aproximadamente, 18,5 años, un período que sin un conflicto armado sería solo de 8,5 años, por lo que si fructifican las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC en La Habana, el país pude ganar una década de crecimiento económico.

Así se desprende del libro "Costos económicos y sociales del conflicto en Colombia: ¿cómo construir un posconflicto sostenible?", elaborado por varios economistas colombianos y que fue presentado por una de sus coordinadoras, Ana María Ibáñez, decana de la facultad de Economía de la Universidad de Los Andes.

Durante el acto de lanzamiento, Ibáñez explicó que si los diferentes grupos armados que actúan en Colombia alcanzaran un acuerdo de paz definitivo y cesara el conflicto armado que se prolonga desde hace más de 50 años, se producirá un aumento de la economía de los 32 departamentos que componen el país del 4,4%.

Este cálculo considera incluso la posibilidad de que se mantenga "la violencia criminal" y por tanto permanezcan reductos donde el desarrollo económico sea más complicado.

La estimación elaborada por los economistas recoge que, cuando se produce un incremento del 1% de los ataques y secuestros, hay una caída del PIB de los departamentos del 0,04% y del 0,36%, respectivamente.

Asimismo, Ibáñez explicó que, según los datos recabados en el estudio, un incremento de los ataques del 10% aumenta en un 10,3% la posibilidad de que una firma manufacturera abandone esa región.

En este sentido, destacó que los ataques que tienen un mayor efecto sobre las empresas son aquellos cuyo autor es desconocido porque generan una mayor incertidumbre.

Además, señaló que aquellas regiones en las que existe un conflicto por el control del territorio entre los diferentes grupos armados se ven más afectadas por el abandono de las firmas.

El estudio también analizó el impacto que tiene sobre el riesgo país los diferentes hitos del conflicto armado colombiano, como el asesinato de los políticos Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverri a manos de las FARC o la captura del guerrillero de este grupo "Simón Trinidad", alias de Juvenal Ovidio Ricardo Palmera.

En el primero de los casos se produjo un notable aumento del riesgo país, mientras que en el segundo un gran descenso, lo que tiene efecto directo sobre la deuda externa colombiana.

Sin embargo, Ibáñez destacó que los mercados también se acostumbran a estos eventos, por lo que las reacciones ahora son menores.

En referencia a la producción agrícola, el informe desvela que aquellos hogares enclavados en regiones con cuatro años de presencia de grupos armados tienen, en promedio, 7,4 puntos porcentuales de tierra sin usar y 7,7 puntos más de pastos subutilizados.

Esto genera una reducción de la productividad agrícola que está también determinada por la incertidumbre generada por la acción de los grupos armados, lo que tiene una incidencia directa en el comportamiento de los campesinos.

Ibáñez también resaltó que la acción de estos grupos tiene un efecto directo sobre la producción agrícola debido a la destrucción de infraestructuras, la muerte de campesinos y el deterioro del capital humano.

El libro concluye con una encuesta realizada por los investigadores sobre las perspectivas de reconciliación que alberga la sociedad colombiana, de la que se desprende que el 70 % de las víctimas estarían dispuestos a que los actores armados participen de la vida pública.

En este sentido, recomiendan que, en caso de que se llegue a un acuerdo de paz, Colombia emprenda políticas públicas que reactiven la producción económica y mitiguen los impactos negativos del conflicto.

El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desarrollan un proceso de paz en La Habana desde noviembre de 2012.

Autores

ELESPECTADOR.COM