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Con tres medidas el gobierno uruguayo intenta fijar un piso a la caída del dólar
Sábado, Agosto 27, 2016 - 10:45

En una economía dolarizada, la cotización del billete verde es un tema recurrente de conversación entre los uruguayos, sobre todo cuando obtienen sus ingresos en pesos pero adquieren bienes cuyos precios se fijan en dólares o utilizan esa moneda como opción de ahorro.

Montevideo. El sube y baja abrupto que registró la cotización del dólar en la plaza financiera uruguaya en el último semestre no estuvo en los planes de ningún analista ni en las proyecciones que manejaba el propio gobierno al arranque del año.

En una economía dolarizada, la cotización del billete verde es un tema recurrente de conversación entre los uruguayos, sobre todo cuando obtienen sus ingresos en pesos pero adquieren bienes cuyos precios se fijan en dólares o utilizan esa moneda como opción de ahorro. El primer bimestre del año arrancó con una fuerte escalada del tipo de cambio, que llegó a estar 11% por encima del cierre de 2015, con un dólar interbancario en el eje de $ 32,50. Sin embargo, ese proceso comenzó a perder fuerza desde marzo y la "ganancia" que había registrado el billete verde se fue diluyendo hasta transitar por la senda opuesta. Al cierre de esta semana la moneda estadounidense estaba 4,3% por debajo de la última operación del año pasado.

Ese cambio pronunciado en la cotización del tipo de cambio obligó al gobierno a tomar medidas para tratar de morigerar el impacto de una caída del tipo de cambio en la rentabilidad de los exportadores, en momentos donde la economía está estancada y hay varios sectores con problemas de competitividad para colocar sus productos en el exterior.

Eso pese a que un menor tipo de cambio ha contribuido en buena medida para que la inflación en los últimos meses converja nuevamente al objetivo de un dígito que el gobierno tiene ahora como meta de corto plazo. En mayo, la suba interanual de precios alcanzó el 11%, pero en julio ya cerró en 10% y para agosto los expertos prevén que se ubique por debajo del umbral de los dos dígitos.

La primera reacción que tomó el Banco Central (BCU) sobre fines de julio fue la de intervenir directamente en el mercado cambiario al adquirir dólares por primera vez desde 2013. Fue por un monto simbólico de US$ 300 mil, cuando la divisa cotizaba en torno a $ 29,4. Para los operadores cambiarios y analistas, el gobierno intentó en ese entonces dar una señal de que estaría presente para evitar que el dólar mayorista se desplomara.

"La intervención (en el mercado cambiario) tiene su impacto y le pone señales a las transacciones del mercado", dijo Mario Bergara.

El mercado pareció quedar ajeno a esta primera acción, y el BCU se vio obligado a incrementar su participación a tal punto que en lo que va de agosto ya adquirió unos US$ 80 millones. "No les quiero ni decir lo que pasó en el mercado cambiario de acá, pero hubo que hacer un esfuercito para que no se desplomara muchísimo más el dólar", dijo el presidente del Banco Central (BCU), Mario Bergara, en una presentación que hizo el pasado 17 de agosto en el Colegio de Contadores del Uruguay. En esa operativa, el dólar tuvo un descenso de 0,64% en el mercado local, con la autoridad monetaria en la punta compradora con US$ 21,5 millones sobre un total operado de US$ 46,6 millones esa jornada.

Para el Bergara, el BCU actúa en el mercado "dentro de ciertos márgenes, pero nunca en contra de los fundamentos a nivel global. Si se cae en todas partes no tiene mucho sentido que nosotros intervengamos. A veces aunque eso pase, si cae varios días seguidos demasiado y creemos que genera demasiado ruido igual intervenimos para tratar de que la caída no sea tan grande", explicó.

Además de las intervenciones del BCU en el mercado, el gobierno aprobó otras dos medidas. En primer lugar determinó que aquellos fondos de inversión que tengan títulos de deuda del BCU con vencimiento en agosto y quieren llevarse sus dólares al exterior, necesariamente deberán pasar por el mercado de cambios. Antes de esa disposición, los inversores se podía llevar directamente sus dólares sin pasar por los cambios.

En tanto, el lunes se sumó la tercera medida por parte del Ministerio de Economía que permitió a las empresas públicas realizar sus compras de dólares nuevamente a través del mercado cambiario, una opción que fue inhabilitada en su momento cuando el tipo de cambio mostraba la tendencia inversa. En el primer semestre, los entes del Estado demandaron unos US$ 460 millones para cubrir sus necesidades.

La iniciativa tonificó al billete verde en las primeras tres jornadas, pero, no obstante, en la operativa de ayer el dólar retorno a la senda bajista al retroceder 0,7% en el promedio operado. De todas formas, logró cortar una racha de siete semanas a la baja al registrar un repunte de 0,4%.

"Todas esas medidas buscan ponerle un piso al tipo de cambio. Sin son efectivas, aún es difícil arriesgar una respuesta ya que algunas tienen muy pocos días de instrumentación", explicó el economista Santiago Rego de CPA-Ferrere.

Uruguay no es ajeno al comportamiento que ha mostrado el dólar en otras economías emergentes donde también se revirtió la debilidad de sus monedas frente a la divisa. Eso, de alguna forma, amortigua los impactos sobre la economía uruguaya en los sectores que están más expuestos al comercio exterior. Para el economista Aldo Lema, director de Vixion Consultores, en los últimos meses hubo "dos tendencias" que provocaron un efecto positivo sobre los mercados emergentes no esperados al arranque del año. En primer lugar, no se produjo un "sobreenfriamiento" en China como varios expertos vaticinaban y, en segundo lugar, quedó sin efecto un pronóstico de "sobrecalentamiento" de la economía de Estados Unidos. Según explicó el experto, eso llevó a que el proceso de aumento de las tasas de EEUU fuera más gradual de lo previsto, lo que limitó una eventual debilidad del yuan (la moneda china). "Esos son los motores de la economía mundial y de los países emergentes de América Latina", recordó.

Para Lema "la síntesis" de que ambas tendencias no se hayan dado como se esperaba llevó a que comenzara a observarse un dólar "globalmente más estable". A eso se sumó un cambio de tendencia en las materias primas, que interrumpieron la caída de precios en algunos casos, se estabilizaron o, en otros casos como la soja, hierro y lácteos, comenzaron a mostrar aumentos. Sobre el petróleo, dijo que si bien se mantiene en niveles bajos (en eje de los US$ 50), está lejos de los mínimos de US$ 30 que llegó a cotizar al arranque del año.

El nuevo escenario para la economía se traduce en "condiciones más expansivas" para las economías emergentes, que pueden acceder a bajas de tasa de interés para financiarse (spread acotados), lo que a su vez deriva en una "menor presión" al debilitamiento de las monedas de los emergentes. Ello actúa como un "imán" para los flujos de capital que arriban a estos países. Por ese motivo, a juicio de Lema, "no es casual" que UPM vea ahora como más probable su inversión en Uruguay. "Hay financiamiento disponible en el mundo, tanto por deuda como por capital. Es una tónica generalizada en la región", indicó.

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