El índice de confianza del consumidor (ICC) de la FGV bajó 1,1 puntos este mes, a 80,9 puntos, en su tercera caída consecutiva en medio de un clima de incertidumbre sobre la evolución de la economía.
La confianza de los consumidores brasileños cayó en agosto a su nivel más bajo desde enero, ya que prevalece la cautela en relación con los gastos debido a un elevado nivel de desempleo en el país, informó el viernes la Fundación Getulio Vargas (FGV).
El índice de confianza del consumidor (ICC) de la FGV bajó 1,1 puntos este mes, a 80,9 puntos, en su tercera caída consecutiva en medio de un clima de incertidumbre sobre la evolución de la economía.
"Persiste la incertidumbre en relación con el futuro y por eso hay mucha cautela en los gastos y compras a plazo, en un ambiente en que los pagos para saldar deudas y el desempleo siguen siendo elevados", señaló en una nota la coordinadora del sondeo al consumidor de la FGV, Viviane Seda Bittencourt.
La principal influencia en el resultado del ICC de agosto provino del Índice de Expectativas (IE), que retrocedió 2,5 puntos a 88,9 puntos, también el menor nivel desde enero.
Si bien una mejora en la percepción de las finanzas familiares actuales compensó el pesimismo en relación con la situación económica a futuro, un alza de 1,0 puntos en el Índice de la Situación Actual (ISA) -a 70,7 puntos- no alcanzó para evitar la caída del IE.
El consumidor brasileño vive un momento de inflación y tasas de interés bajas, pero como el desempleo continúa en niveles altos y la recuperación de la economía no logra afirmarse, la cautela sigue siendo un factor determinante.
