Pasar al contenido principal

ES / EN

Confianza del consumidor en Brasil anota en junio su segundo mayor nivel
Martes, Julio 17, 2012 - 15:59

Un estudio dejó al desnudo uno de los aspectos más curiosos de la economía brasileña este año: aunque políticos y ejecutivos se quejan de la economía, la mayoría de la gente común y corriente mantiene un sorprendente optimismo.

Sao Paulo. La economía de Brasil casi no ha crecido desde mediados del año pasado. Pero al parecer alguien olvidó decírselo a los brasileños.

Un índice de confianza del consumidor anotó en junio su segundo mayor nivel en más de un año, reflejando el optimismo sobre la economía y las perspectivas de empleo de la población.

El estudio, publicado este martes por el centro de estudios gubernamental IPEA, dejó al desnudo uno de los aspectos más curiosos de la economía brasileña este año: aunque políticos y ejecutivos se quejan de la economía, la mayoría de la gente común y corriente mantiene un sorprendente optimismo.

La alta confianza en la economía brasileña, que se basa en el consumo doméstico, sugiere que existe una sólida base para una recuperación del comercio en los próximos meses en respuesta a un recorte de las tasas de interés hasta mínimos históricos.

Eso significa que el crecimiento económico podría repuntar en el 2013 a pesar de las revisiones a la baja de economistas que esperan una expansión inferior al 2% este año.

El "Indice de Expectativas de las Familias" del IPEA, hecho con entrevistas en 3.810 hogares en todo Brasil, llegó a 68,5 en junio. El índice fue de 67% en mayo y el segundo mayor desde por lo menos septiembre del 2010.

Según IPEA, un nivel de entre 60 y 80 puntos refleja "optimismo".

Muchos analistas creen que el desempleo, que ha permanecido en niveles históricamente bajos en torno a un 6%, y las reducidas tasas de inversión explican el sentimiento de los consumidores.

"En general hay una buena expectativa de las familias, que se sienten seguras en sus empleos y se sienten con potencial de crecer en el futuro", dijo a periodistas la presidenta de IPEA, Vanessa Petrelli Correa.

Algunos economistas creen que es sólo cuestión de tiempo para que una realidad más sombría arruine el optimismo brasileño.

Otros temen que la aparente incoherencia entre la euforia de los consumidores y los fundamentos económicos pueda generar más problemas en el futuro.

"En varios países hemos visto recuperaciones del desempleo (...) En Brasil estamos viendo actualmente un menor ritmo en la creación de empleos", escribió Alberto Ramos, de Goldman Sachs, en junio. "Eso no son buenas noticias para el crecimiento de la productividad y el potencial PIB", agregó.

Efecto residual del boom económico. Existe otra explicación, menos tangible, para el optimismo brasileño: una especie de efecto residual del boom económico de los últimos años que no se desvanece.

Puesto de otra forma, muchos brasileños son conscientes del enfriamiento de la economía y quizás ya redujeron sus gastos de corto plazo.

Pero siguen muy felices con la trayectoria general de una economía que sacó más de 30 millones de personas de la pobreza en la última década y permitió a muchos comprar por primera vez un televisor, una casa o viajar a Disney World.

Esa visión era patente en una seria de entrevistas realizadas este martes en una zona industrial de Sao Paulo.

Mateus Pereira, de 27 años, dijo por ejemplo que quiere comprarse una moto nueva en los próximos meses, aunque la economía no vaya tan bien. "Creo que lo haré pronto", dijo. Añadió que su familia hoy tiene "más cosas" que hace algunos años.

La presidenta, Dilma Rousseff, y miembros de su equipo económico han citado repetidamente el persistente optimismo de los consumidores entre las variables que permitirán una recuperación económica en la segunda mitad del 2012.

La tasa de interés de referencia cayó en 4,5 puntos porcentuales desde agosto y están hoy a un mínimo histórico de 8%, lo que significa que brasileños como Pereira, que han retrasado sus planes de compra, podrían aprovechar pronto la oportunidad.

Esa expectativa de una recuperación del rápido crecimiento fue reforzada el lunes por el Fondo Monetario Internacional, que ve un crecimiento del 2,5% en el 2012 y una aceleración a 4,6% en el 2013.

No todas rosas. La encuesta del IPEA, sin embargo, aportó algunas pistas del reciente enfriamiento. Las expectativas para la economía en los próximos 12 meses cayeron ligeramente en relación a mayo, aunque un 65% de los encuestados todavía espera una mejora.

Tres cuartas partes de los entrevistados dijo que su situación financiera ha mejorado en comparación con el año pasado, aunque el número también cayó levemente.

Hubo variaciones considerables entre clases sociales y regiones. El optimismo en relación al 2013 generalmente aumenta de acuerdo a los ingresos y nivel de educación de los encuestados, según los datos del IPEA.

La región centro oeste de Brasil, que se ha beneficiado del boom de la producción agrícola en los últimos años, fue de lejos la más optimista. Un 87% de los consultados espera una mejor situación en los próximos cinco años.

Un estudio separado publicado el mes pasado por la Fundacao Getulio Vargas mostró resultados ligeramente diferentes.

La pesquisa mostró que la confianza del consumidor había caído en junio por segundo mes consecutivo, aunque después de anotar un máximo histórico en abril y permanecer muy por encima del promedio histórico.

El estudio del IPEA tiene un margen de error de cinco puntos porcentuales.

Autores

Reuters