Para gozar de estabilidad económica hay que planear bien las finanzas y ser constante. Es importante identificar gastos innecesarios y evitar errores.
Ya sea que continuamente se vea en aprietos económicos o que se consideres una persona económicamente estable, es probable que cometa algunos errores en la administración de sus finanzas. Estos pueden hacerte sentir que tu sueldo se “evapora”, pero sabemos que no es así. Sólo hay que evitar ciertos hábitos o reestructurar nuestra forma de administrarnos para lograr prosperidad económica todo el año.
El primer paso del cambio es la aceptación. No importa cuáles sean tus ingresos o las deudas que tengas, sé consciente de lo que tienes y lo que debes exactamente. Básate sólo en eso, no en estimados ni en lo que pienses que tendrás en un futuro.
Éstos son algunos errores a evitar para mejorar nuestras finanzas personales:
1. Hacer uso excesivo de los pagos a meses. Esta cómoda forma de pago nos puede ayudar a comprar cosas que pagando de contado nos resultaría casi imposible adquirir y es también una herramienta para administrar tu economía. Pero es importante pensar muy bien cuándo vale la pena y cuándo es mejor hacer un esfuerzo por pagar de contado o en menos tiempo. Muchas veces se nos da la opción de pagar hasta en 36 meses y pensando solamente en las pequeñas cantidades que se nos restarán mes a mes, aceptamos.
¡Pero piensa que estás adquiriendo una deuda de años! Es muy común que un artículo adquirido hace dos años ya no sirva o se vea viejo y nosotros todavía no acabamos de pagarlo. Además recuerda que entre más deudas a meses tengas, más altos serán los intereses en caso de retrasarte con tus pagos.
Registra cuáles son las deudas que has adquirido a mensualidades y trata de liquidar las que sean por cantidades pequeñas y analiza si es conveniente que sigas utilizando esta modalidad de pago en tus gastos cotidianos.
2. No evaluar otras compañías de servicios para tu hogar. Es muy probable que hayas contratado tu servicio telefónico, de internet o sistema de TV hace mucho tiempo o que tu arrendador haya contratado los servicios por ti, por lo que ahora te limites a pagar la factura mes a mes y a utilizar los servicios que te brindan. Tomarte una hora para evaluar qué ofrecen las otras compañías y cuáles son sus precios podría resultarte muy conveniente.
Es posible que otra compañía te ofrezca más beneficios por la misma cantidad que pagas o que los servicios que estés recibiendo, realmente no los necesites. Por ejemplo, muchas veces tenemos contratados un plan extenso de canales de paga y realmente nunca hacemos uso de estos, pero eso sí, los pagamos.
Recuerda que los planes de servicios se renuevan constantemente y puede ser que encuentres uno que se adapte mejor a tus necesidades y así recortes el presupuesto de tus gastos fijos.
3. Pensar en el ahorro como una utopía. Si piensas en dejar el ahorro para el día que no tengas deudas y goces de prosperidad económica, ese día nunca llegará. A nadie le sobra el dinero y tal vez nunca sentiremos que tenemos el suficiente, pero eso no quiere decir que no podamos ahorrar; aunque sea un porcentaje mínimo, si te lo propones es posible y muy gratificante.
Un consejo es restarle 20% a tu sueldo y pensar en el 80% como tu sueldo real, es decir, con lo que dispones para la quincena o mes. El 20% que restaste, transfiérelo en cuanto lo recibes a una cuenta de ahorro. Si sientes que 20% es mucho, intenta empezar con 10 por ciento.
Recuerda que ese dinero debe ser intocable para ti y puedes utilizarlo para algunas vacaciones, una emergencia, una remodelación a tu casa o incluso para invertirlo en algún negocio y a largo plazo, tener un ingreso extra.
4. No querer gastar en un seguro. Pensar en un seguro como un gasto que puedes arriesgarte a no adquirir y ahorrarte ese dinero es un grave error. Hoy en día existe una gran diversidad de tipos de seguros y compañías; cada uno de ellos tiene sus ventajas. No te sugiero que adquieras un seguro para todo, pero hay unos básicos que vale la pena esforzarte por adquirir y de verdad agradecerás haberlo hecho, si un desafortunado día se presenta la ocasión.
Los seguros más recomendables son: los de auto y de gastos médicos mayores. Busca que el de auto cubra por lo menos daños a terceros, así evitarás deudas con terceros o problemas legales.
Y sí, claro que puedes vivir sin un seguro, pero desearás no hacerlo en caso de un imprevisto. Agrega estos servicios a tu lista de gastos fijos mensuales y no lo resentirás tanto.
5. No comprar por mayoreo. Debido a que hay cosas que necesitamos comprar con corta periodicidad porque caducan, solemos aprovechar y comprar todo en el supermercado. Por ejemplo, compramos una barra de jabón y cuando se va a acabar compramos otra; es común pensar que si compraras una caja de seis jabones, te ahorrarías muy poco, entonces te da igual hacerlo de una forma u otra.
Pero aunque sea poca la diferencia en un producto, comprar por mayoreo todos los productos que se presten representará un gran ahorro a largo plazo.
Una buena idea para empezar a ponerlo en práctica es cuando recibes un dinero extra, como tu aguinaldo o un bono. Utiliza este ingreso para surtir tu despensa en una tienda mayorista para los siguientes meses. Recuerda tratar de llevar un control sobre cuánto tiempo te duran y cuánto dinero te ahorraste para evaluar si te conviene seguir comprando de esta forma.
Gozar de estabilidad económica sólo es cuestión de planear bien tus finanzas y ser constante. Es importante identificar gastos innecesarios y evitar cometer errores de este tipo. Verás que tu sueldo puede rendir más de lo que crees.
Mariana Vergara es parte del equipo de Contenido Digital de ComparaGuru, firma especializada en comparación de precios.