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Conozca los efectos que tendrá la calificación de Moody's en el Merval
Jueves, Septiembre 20, 2012 - 16:27

La calificadora denunció también, la falta de fiabilidad de las estadísticas económicas argentinas, en especial las relacionadas con el aumento de precios.

Pese a la modificación de la nota crediticia de Argentina dada a conocer por Moody’s, en la cual la agencia, calificó de “estable” a “negativa” ("B3"), el mercado no sobre reaccionó ante el hecho. Sin embargo, los especialistas estiman que el Merval aún le queda margen para seguir cayendo.

La calificadora afirmó que hay un "persistente entorno de políticas desordenadas, evidenciada entre otras por la nacionalización de YPF, la petrolera más importante de Argentina, sin el pago de una indemnización, y por diversos controles a las importaciones que han provocado un estancamiento del crecimiento económico del país".

El recorte se hizo público este lunes, apenas días después que la Reserva Federal de los Estados Unidos anunciara un nuevo plan de inyección monetaria, lo que favoreció el apetito por el riesgo entre los inversores.

La Argentina resultó ser uno de los destinos preferidos de esa nueva liquidez disponible, ya que el índice Merval mostró un avance semanal del 6,57%, tres veces superior a la performance que mostraron el S&P 500 y el Dow Jones.

Este martes se empezaron a ver algunos movimientos en el mercado local: los Credit Default Swap (CDS) del país a cinco años cayeron en 12 unidades hasta los 909 puntos básicos, y el riesgo país avanzó un 2,83%, hasta los 871 puntos, mientras que el indicador de referencia de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) subió un 0,5%.

A todo esto, Moody’s denunció, además, la falta de fiabilidad de las estadísticas económicas argentinas, en especial las relacionadas con el aumento de precios. La “sub-evaluación de la inflación es particularmente nefasta en materia de calificación, en la medida en que más del 20% de la deuda del gobierno argentino está indexada por la inflación", subrayó.

Incluso, el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó al gobierno de Cristina Fernández otros tres meses para que regularice la situación de las estadísticas oficiales que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Moody’s advirtió que podría cortarle la calificación a la Argentina hasta “Caa” si sus decisiones políticas afectan las métricas económicas y de deuda.

Sin embargo, al banco estadounidense JP Morgan parece no importarle todos estos datos ya que decidió aumentar su exposición en bonos del país en detrimento de los venezolanos en su índice Emerging Market Bond Index Global (EMBIG).

Según la entidad, todas las noticias negativas relacionadas con la economía y la política argentina ya se encuentran incorporadas en los precios de los títulos locales. Por eso, recomienda su estrategia.

“Por su característica estructural, las agencias calificadoras llegan tarde a las noticias. Los precios estructurales anticipan siempre la realidad; hay que mirar los precios de los bonos antes que las opiniones de las agencias calificadoras”, afirma Nicolás Leupold, analista independiente.

Ariel Squeo, director del Instituto de Capacitación Bursátil (ICB), señala que “lo positivo es que este cambio en la calificación no originó un castigo exagerado en el mercado de bonos”.
Según este especialista, en todo el mundo, las tasas son tan bajas en este momento, la renta fija paga tan poco, que hoy lo que buscan los inversores es dónde hay rentabilidad.

“Por eso los bonos argentinos son medianamente atractivos, pero porque los inversores están obligados a buscar riesgos y entonces vienen a invertir en el país. Pero lo hacen únicamente porque no hay títulos atractivos en otros lados”, resalta.

En cambio, Julián Yosovitch, analista técnico de Ruarte's Reports, señala que “este tipo de noticias (el downgrade) son generadoras de piso de mercado”, y considera que el cambio en el outlook como algo bueno para el mercado local.

“El hecho de que el mercado no se comporte de manera racional, obliga a los analistas y a los inversores a pensar de manera irracional, por lo que entendemos a este tipo de noticias como muy positivas, generando buenas perspectivas hacia adelante”, explica.

Los especialistas coinciden en que los contextos macroeconómicos negativos, con muchas noticias malas y con pesimismo social, suelen generar los pisos en los mercados y viceversa.

Yosovitch recuerda que el mínimo histórico de la BCBA ocurrió en 2001-2002, muy cerca de la declaración de la cesación de pagos de los bonos argentinos y, hasta ese momento, había sufrido 17 degradaciones de su deuda.

Squeo, en cambio, no es tan optimista: “Un downgrade nunca es positivo”. Sin embargo, coincide con su colega en que aún el mercado local no encontró su piso.
“Como analista técnico, todavía no digo que es piso de mercado porque falta que supere resistencias. El Merval está muy débil, pero esas son buenas noticias para el indicador”, destaca el experto de Ruarte’s Reports. En tanto, el director del ICB opina que “la Argentina va a seguir cayendo y lo hará definitivamente cuando los Estados Unidos corrijan de verdad. Ese va a ser un buen momento para entrar”.

En ese sentido, Leupold afirma que “acumular acciones de empresas buenas con un horizonte a tres años puede ser un excelente negocio, aunque exige paciencia. Habría que armar un programa de compra paulatino”.

Sin embargo, Yosovitch destaca un punto que tienen en cuenta los inversores internacionales: “Seguimos siendo Argentina y al mundo no le gusta. El mercado todavía tiene que superar resistencias y están lejos”. En su visión, el rumbo alcista se irá fortaleciendo a medida de que se vayan superando nuevas resistencias.

Autores

AméricaEconomía.com