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Depreciación y tensión comercial global marcarán las previsiones del Banco Central de Chile
Martes, Septiembre 4, 2018 - 10:53

El instituto emisor presentará este miércoles al Congreso su Informe de Política Monetaria, en momentos que el valor de las exportaciones lideradas por el cobre empiezan a desacelerarse por la tensión comercial, junto con indicadores que anticipan una moderación en el tercer trimestre.

Santiago. El Banco Central de Chile ajustaría al alza esta semana su previsión de crecimiento de la economía, tras un sólido desempeño en el primer semestre, pero la atención estará en los efectos de una depreciación del peso en la inflación y de un mercado laboral débil.

El instituto emisor presentará este miércoles al Congreso su Informe de Política Monetaria, justo en momentos que el valor de las exportaciones lideradas por el cobre empiezan a desacelerarse por la tensión comercial entre China y Estados Unidos, junto con indicadores sectoriales locales que anticipan una moderación en el tercer trimestre.

"Sin duda que las cifras (económicas) del primer semestre fueron positivas. Pero el escenario internacional está más volátil y eso repercute en el peso (...) y esto obviamente tiene impacto en la inflación, sobre todo en la inflación de corto plazo", dijo Gabriel Cestau, economista del banco Santander.

En su último informe, el organismo estimó un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,25% al 4,0% este año. Ahora, analistas esperan que se corrija a un rango de 3,5%-4,0%, tras expandirse un 4,8 % en el primer semestre.

Pese al esperado ajuste, las señales para la actividad económica para la segunda mitad del año son menos alentadoras, luego de una inesperada contracción de las manufacturas y débiles ventas minoristas en julio.

"El bajo crecimiento del comercio en julio complica el escenario del consumo para el último trimestre", dijo un informe de la Cámara de Comercio de Santiago.

Uno de los factores que estaría detrás del menor dinamismo del consumo sería el deterioro del mercado laboral, con una tasa de desempleo en ascenso. Ambos factores contrarrestarían parte del efecto del desplome del peso chileno en la inflación.

La moneda local tocó en esta jornada un mínimo en más de dos años frente al dólar tras acumular una depreciación del 12% en lo que va del 2018 y bordear las 700 unidades por dólar. Con ello, se sitúa entre las monedas que más han perdido valor, tras el peso argentino, la lira turca, el rand sudafricano y el real brasileño.

"Sin duda esperamos un traspaso de la reciente depreciación del peso en la inflación general, en especial en productos indexados a la paridad peso-dólar", dijo Waldo Riveras, economista de Scotiabank.

Con todo, la inflación se ajustaría a entre un 3,0% y un 3,2% hacia fin de año, desde el 2,8% previo, aún en el centro del rango meta del banco central. Un sondeo de Reuters proyectó una inflación anualizada del 2,6% a agosto.

Ante ese panorama, analistas esperan que el Banco Central entregue luces sobre sus próximos pasos en materia de política monetaria, en momentos que las apuestan apuntan a una gradual alza de la tasa clave entre fines de este año y primeros meses del 2019.

"El Banco Central mantendría su estrategia de esperar un repunte en inflación subyacente, en la medida que los riesgos internos (mercado laboral, deterioro términos de intercambio y menor confianza) y externos (guerra comercial) sobre la actividad aplaquen", agregó Riveras.

Autores

Reuters