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Deuda estatal en México alcanza los US$36.500M
Martes, Febrero 18, 2014 - 08:58

Los pasivos de los gobiernos subnacionales representaron 3% del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE), el nivel más alto en la historia.

El Economista.com.mx En el 2013, la deuda de estados y municipios ascendió a 482.807 millones de pesos (US$36.500M), lo que representó un crecimiento de 11,05% con respecto al 2012, según informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Los pasivos de los gobiernos subnacionales representaron 3% del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE), el nivel más alto en la historia.

También tocaron un punto sin precedente en lo que se refiere a las participaciones, con un equivalente a 90% de éstas, y los ingresos totales garantizables (participaciones, 25% del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social, 25% del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas y los ingresos propios estatales), con 67,4%.

El año pasado, su endeudamiento creció en 48.046 millones de pesos (US$3.632M) en términos absolutos, lo que implicó un aumento diario por 131,6 millones.

En los últimos cuatro años, la velocidad de endeudamiento de las administraciones subnacionales perdió fuerza. En un análisis, la calificadora Moody’s comentó que se percibía una cierta estabilización de ésta, tal como se ve en las cifras. De crecer 24,79% anual en el 2010, el año pasado lo hizo en 11,1%.

De las 32 entidades federativas, 22 registraron un incremento en sus obligaciones financieras. De éstas, tres con un aumento superior a 50%. Se trata de Oaxaca, Chihuahua y Morelos.

En el primer caso, su deuda pasó de 5.660 millones de pesos en el 2012 a 10.155 millones el año pasado, lo que implicó un alza de 79%. Los pasivos de Chihuahua también se catapultaron poco más de 79%, mientras que los de Morelos, 62,1%.

En el top 10 de las entidades con mayores incrementos también están: Baja California Sur, Colima, Chiapas, Quintana Roo, Guerrero, Durango y Sonora.

En contraste, Campeche fue el que más disminuyó sus compromisos financieros, con una baja de 10,5%.

En términos absolutos, el DF se mantiene con el mayor monto: 62.962 millones de pesos, 13% de los pasivos netos.

Entre la ciudad de México, Nuevo León, Chihuahua, Veracruz y Estado de México concentran 49% de los pasivos netos locales.

Bajo el caso hipotético de que cada habitante tuviera que pagar una parte de la deuda de su gobierno local, los coahuilenses serían los más castigados, al tener que erogar 12.241 pesos.

Enseguida está la población de Quintana Roo, con un pago per cápita por 11.827 pesos; Chihuahua, con 11.443; Nuevo León, con 10.448, y el DF, con 7.085 pesos.

Consultado por este diario, Ricardo Corona, coordinador de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), comenta que los números dan cuenta de una tendencia continua en el endeudamiento estatal.

Lo anterior cuando se encuentra congelada en el Senado de la República la Ley de Deuda de Estados y Municipios, que establece candados al endeudamiento irresponsable, la cual —dijo— no ha encontrado espacio en la agenda legislativa.

Refiere que una de las causas de los incrementos observados podría ser el atraso del gasto federal durante el 2013, el cual retuvo el ejercicio del mismo en los estados; sin embargo, de una u otra forma éste debía ser cubierto.

Tanto Ricardo Corona como Carlos Barragán, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), coinciden en comentar que debido a la gran dependencia de los gobiernos estatales, con respecto a los recursos del orden federal (participaciones, aportaciones y convenios), las deudas locales están sustentadas en este dinero, y no en la generación de ingresos propios.

Así, destacan que la reciente reforma fiscal no estableció condiciones para hacer buscar a los estados vías de financiamiento alternas al endeudamiento, específicamente fortalecer la recaudación, salvo en el caso del Predial, el cual corresponde a los municipios cobrar.

Flavia Rodríguez, analista de aregional, destaca que los niveles de deuda observados terminan por mermar el gasto productivo, que de por sí es poco dentro del universo en las erogaciones netas.

Autores

El Economista (México)