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Dificultades de Grecia para reestructurar deuda desatan rumores sobre su salida de la zona euro
Jueves, Septiembre 8, 2011 - 10:45

Los líderes de la eurozona han descartado hasta ahora la idea de que un país abandone la eurozona, señalando que generaría un desastre en ese país y causaría graves problemas sistémicos en otros socios del grupo de 17 países.

Berlín.  El malestar por el fracaso de Grecia en cumplir las metas fiscales acordadas en el plan de rescate está a punto de estallar en Berlín y otras capitales, donde algunos políticos ya hablan abiertamente de la posibilidad de que Atenas abandone la zona euro.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, dijo este jueves al Parlamento en Berlín que "depende de Grecia si puede cumplir las condiciones necesarias para la membresía en la moneda única".

Los líderes de la eurozona han descartado hasta ahora la idea de que un país abandone la eurozona, señalando que generaría un desastre en ese país y causaría graves problemas sistémicos en otros socios del grupo de 17 países.

Pero algunos empiezan a hablar ahora de lo impensable, posiblemente para empujar a Atenas a tomar medidas más drásticas.

Schaeuble escaló su retórica luego de que los inspectores de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo suspendieran las conversaciones sobre el pago de nuevos tramos de ayuda a Grecia la semana pasada, debido a un incumplimiento en sus metas de déficit.

Horst Seehofer, jefe del partido Unión Social Cristiana Bávara, fue la primera figura importante de Alemania en sugerir públicamente que Grecia podría ser obligada a abandonar el bloque de 17 naciones que usan la divisa única. El dirigente hizo las declaraciones en una entrevista con el periódico Bild el miércoles.

Seehofer expresó lo que muchos legisladores y ministros en la capital alemana han dicho a puertas cerradas durante semanas, según fuentes informadas.

En tanto, el primer ministro holandés dijo que los países que no cumplan con las normas fiscales y se nieguen a ceder soberanía sobre sus presupuestos a un nuevo zar de "disciplina" europea deberían abandonar el bloque.

"Los países que no están preparados para estar bajo una administración pueden elegir utilizar la posibilidad de abandonar la zona euro", indicó Mark Rutte en una propuesta que fue enviada al Parlamento el miércoles.

Falta de voluntad. Los inspectores volverán a Atenas la próxima semana, pero su abrupta salida reforzó el sentimiento en el norte de Europa de que el gobierno griego carece de la voluntad para tomar las medidas draconianas necesarias para cumplir las condiciones del rescate por 110.000 millones de euros acordado en mayo del 2010.

El portavoz del gobierno griego Ilias Mosialos se vio obligado a negar este jueves que la salida fuera posible, y un portavoz de la Comisión Europea dijo que "no hay debate en absoluto" sobre el tema.

"No hay amenaza de que Grecia deje la zona euro", dijo Mosialos. "Las conversaciones continúan la semana que viene para examinar cambios estructurales y presupuestos para 2011 y 2012", afirmó.

La intervención del portavoz coincidió con la publicación de nuevos datos que indican que la economía griega, en su tercer año de recesión, se contrajo en el segundo trimestre a un ritmo del 7,3 por ciento anual.

En julio, los líderes europeos se vieron obligados a crear un segundo rescate de tamaño similar para Grecia luego de que el primero resultara ser muy pequeño. Pero ese segundo paquete, que será ratificado por los Parlamentos nacionales en los futuros meses, está en peligro.

"Un debate sobre el segundo programa para Grecia es muy prematuro, ante las dificultades en el actual programa para pagar el próximo tramo" dijo Schaeuble al Parlamento el jueves.

Anteriormente, el ministro calificó la situación como "grave" y sostuvo que "depende de Grecia si puede cumplir las condiciones necesarias para la participación en la divisa común".

La canciller alemana Angela Merkel rechazó esta semana las sugerencias de una salida de Grecia de la zona euro, advirtiendo de un peligroso "efecto dominó" si el miembro más débil del bloque abandonaba la alianza.

No existe un marco legal para la salida de un país de la zona monetaria y los costos del abandono podrían superar por mucho a los de quedarse.

"En el estado de las cosas, la secesión es altamente costosa y muy difícil y la expulsión, imposible", escribió el economista de UBS Stephane Deo en una nota esta semana.

UBS señaló que las consecuencias de la salida de un país débil podrían incluir la moratoria soberana, ceses de pagos corporativos, colapso del sistema bancario y de comercio internacional.

Autores

Reuters