El hundimiento del mercado bursátil en China, los débiles precios del petróleo y otros factores están "avivando la preocupación de que el crecimiento global se haya desacelerado de forma significativa", dijo este miércoles el presidente de la Fed en Boston, Eric Rosengren.
Boston. Las dificultades en China y en los mercados mundiales de materias primas podrían complicar de nuevo los planes de la Reserva Federal de Estados Unidos, a menos de un mes de la primera subida de tasas de interés en cerca de una década.
El hundimiento del mercado bursátil en China, los débiles precios del petróleo y otros factores están "avivando la preocupación de que el crecimiento global se haya desacelerado de forma significativa", dijo el miércoles el presidente de la Fed en Boston, Eric Rosengren.
Rosengren, quien tiene voto este año en el comité que fija la política monetaria de la Fed, dijo también que una posible segunda alza se someterá a una estricta prueba, ya que la entidad buscará evidencia tangible de que el crecimiento de Estados Unidos estará "en su potencial o por encima de él" y que la inflación avanza hacia el objetivo del 2 por ciento.
Cuando la Fed subió las tasas en un cuarto de punto en diciembre, los responsables de política proyectaron en general cuatro incrementos durante este año.
Sin embargo, desde entonces, una fuerte caída del mercado bursátil chino y del yuan, un dólar persistentemente fuerte y una gran baja de los precios del petróleo, hasta cerca de mínimos en 12 años, han presentado una serie de retos que la Fed confiaba haber dejado atrás el pasado otoño boreal.
El presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, había dicho el lunes que no cree que haya suficientes datos nuevos para respaldar un segundo incremento hasta abril al menos, en parte por el impacto de China en los mercados bursátiles estadounidenses.
Robert Kaplan, el nuevo presidente de la Fed de Dallas, también advirtió que "no es seguro" que haya cuatro subidas de tasas este año, dada la volatilidad de los mercados bursátiles globales por el temor a una desaceleración de la economía china.
El banco central estadounidense tendrá la primera de sus ocho reuniones de política monetaria previstas para este año el 26 y 27 de enero.