El año pasado, las autoridades brasileñas tomaron una serie de medidas, como un alza de los impuestos sobre algunos tipos de préstamos a los individuos.

Sao Paulo. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, determinó que su equipo económico debería aflojar las restricciones al crédito, en un intento por impulsar el menguante crecimiento económico, señaló este jueves un periódico local.

Rousseff se reunió la semana pasada en encuentros por separado con su ministro de Hacienda, Guido Mantega, y con el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, para conversar sobre el alivio de las denominadas medidas macroprudenciales, informó el diario local Valor Económico, sin citar fuentes.

La mandataria ordenó a su equipo que reevalúe esos recortes al crédito, sostuvo Valor.

El año pasado, las autoridades brasileñas tomaron una serie de medidas, como un alza de los impuestos sobre algunos tipos de préstamos a los individuos, para enfriar señales de sobrecalentamiento y desacelerar la inflación.

Rousseff "ordenó el 'reequilibrio' de medidas adoptadas desde el comienzo del año que restringían el crédito", dijo Valor al comentar las reuniones sostenidas por la presidenta con Mantega y Tombini.

El Ministerio de Hacienda no estaba inmediatamente disponible para comentar el reporte de Valor. Tanto la presidencia como el Banco Central declinaron a realizar comentarios.

La economía brasileña se ha desacelerado con fuerza en los últimos meses y los analistas temen que las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre, que serán divulgadas el 6 de diciembre, puedan mostrar una leve contracción.

En una acción inicial para aliviar las restricciones al crédito, el Banco Central permitió a los bancos la semana pasada reservar menos capital para algunos préstamos de consumo de hasta cinco años.

Eso podría ayudar a proteger a los mercados de crédito locales del impacto de una crisis de deuda soberana en la zona euro y de una frágil recuperación en Estados Unidos.

Aunque a Rousseff le gustaría ver la tasa de interés referencial de Brasil, Selic, en menos de un 10% anual en abril, no tiene una meta en mente y no interfiere en decisiones de tasa del Banco Central, añadió el diario.

La tasa Selic, actualmente de un 11,5% anual, es la más alta entre grandes economías, pese a que el Banco Central la ha rebajado en un punto porcentual desde agosto.

Economistas consultados en el más reciente sondeo semanal Focus del Banco Central entre entidades financieras, divulgado el lunes, estiman que la tasa Selic se ubicará en un 11 por ciento a fin de año.

El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central realizará la última reunión del año para decidir el nivel de la tasa de interés el próximo 29 y 30 de noviembre.

Rousseff no ha mantenido en secreto su deseo de ver la tasa Selic más en línea con la de pares globales como India y China.

Altas tasas de interés afectan a su base de poder entre votantes de bajos ingresos, que han gozado de un crédito relativamente barato en años recientes para comprar de todo, desde teléfonos celulares a lavadoras.

Pero la fuerte inflación de Brasil, de un 6,97% en el año hasta octubre, hace que la rebaja de la tasa de interés sea una propuesta complicada.

El Banco Central tiene una meta de inflación del 4,5% anual para este año, con una tolerancia de más o menos dos puntos porcentuales.