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Dilma Rousseff se queja ante Obama por política monetaria de EE.UU.
Lunes, Abril 9, 2012 - 17:29

Rousseff hizo los comentarios tras reunirse con Obama en el Salón Oval de la Casa Blanca, donde comunicó "la preocupación de Brasil por las políticas monetarias expansivas".

Washington. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se quejó de la política monetaria estadounidense y no logró grandes avances en materia comercial durante un encuentro celebrado el lunes en la Casa Blanca con Barack Obama, dejando de manifiesto las tensiones entre las dos mayores economías del continente.

La mandataria dijo que si bien las políticas monetarias expansivas en los países desarrollados eran necesarias para evitar un deterioro de los actuales problemas económicos globales, expresó su preocupación por las consecuencias no deseadas que esta estrategia tiene en las economías en desarrollo como Brasil.

Las autoridades brasileñas culpan a las bajas tasas de interés y a los programas de compra de bonos de Estados Unidos y Europa por causar un "tsunami monetario" que ha inundado de liquidez a Brasil y provocado un alza del real, lo que hace menos competitivas a las exportaciones del país sudamericano.

"Las políticas monetarias expansivas (...) en última instancia llevan a una depreciación de las monedas de los países desarrollados y perjudican el panorama de crecimiento de los países emergentes", dijo Rousseff.

Posteriormente, el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney declinó comentar sobre la respuesta de Obama a las preocupaciones manifestadas por la presidenta Rousseff.

Las declaraciones de la mandataria marcaron el tono de un encuentro en el que ambos líderes hablaron sobre la necesidad de aumentar el comercio, la inversión y la cooperación, pero que arrojó pocos resultados concretos.

Obama, en declaraciones en el Salón Oval, se refirió a Rousseff como "una buena amiga" y felicitó a Brasil por realizar un "progreso extraordinario" en la reducción de la pobreza.

"Nuestro comercio e inversión está alcanzando niveles récord, lo cual crea empleo y oportunidades de negocio en ambos países", dijo Obama con Rousseff sentada a su lado.

Las empresas estadounidenses están ansiosas por conseguir un mayor acceso a Brasil, que el año pasado superó a Gran Bretaña para convertirse en la sexta economía mundial y que en la última década sumó 30 millones de personas a su clase media.

Brasil será además sede del Mundial de Fútbol del 2014 y de los Juegos Olímpicos del 2016, por lo que muchas compañías estadounidenses están interesadas en participar de proyectos de infraestructura.

Sin embargo, las conversaciones para mejorar la integración comercial han dado pocos resultados. Un comunicado conjunto emitido por Rousseff y por Obama tras el encuentro señaló que ambos "enfatizaron la importancia de los beneficios mutuos de un mayor comercio y una mayor inversión", pero no reveló resultados concretos.

Poco antes del encuentro entre Obama y Rousseff, el canciller brasileño Antonio Patriota dijo a líderes empresarios que le preocupaba el elevado porcentaje de materias primas que había en el comercio con Estados Unidos y expresó esperanza de que la mayor economía del mundo comience pronto a comprar más bienes manufacturados a Brasil.

"Es verdad que la composición de este comercio no es ideal", dijo Patriota.

Algunos funcionarios brasileños se quejaron en privado antes de la visita de Rousseff a Washington, porque consideraban que el Gobierno de Obama no estaba reconociendo de manera adecuada el creciente rol de Brasil en los asuntos globales y llegaron a decir a Reuters que estaban decepcionados porque la visita no incluyera una cena en la Casa Blanca

Durante un foro antes del encuentro en la Casa Blanca, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, calificó a la relación entre ambos países como "una de las más trascendentes del siglo 21".

Autores

Reuters