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El "sueño americano" sigue vigente en Ecuador
Domingo, Octubre 2, 2016 - 13:57

Al interés por migrar se suman las dudas, como qué pasos seguir para participar y si inscribirse en el sorteo implica, en caso de no ser elegidos, dificultar la opción de obtener la visa de turista, la de trabajo temporal o la de estudios en un intento posterior.

Quito. Asalariados del sector público y privado, trabajadores independientes o desempleados son algunos de los perfiles de quienes ya han expresado su interés –en redes sociales o en locales que ofrecen asesoramiento– de participar en el sorteo de visas para inmigrantes a Estados Unidos que, tras diez años, se reactivan para el Ecuador desde el 4 de octubre. Los favorecidos optarán por la tarjeta de residencia (conocida en ese país como green card) para vivir y trabajar legalmente allí.

Al interés por migrar se suman las dudas, como qué pasos seguir para participar y si inscribirse en el sorteo implica, en caso de no ser elegidos, dificultar la opción de obtener la visa de turista, la de trabajo temporal o la de estudios en un intento posterior.

Susan Bridenstine, consejera de prensa y cultura de la Embajada de EE.UU. en Quito, afirma que se trata de procesos independientes: “Cada caso es individual. En el momento de hacer la entrevista, si la persona puede convencer a la oficial consular de que su intención es hacer turismo o lo que fuere, la oficial consular puede aprobar la visa”, asegura.

Frente a ello, Bridenstine insta a los ecuatorianos que quieran residir en EE.UU. a que participen en el sorteo. De los 12’437.190 solicitantes principales calificados el año pasado, se seleccionaron 83.910 solicitudes de 176 países.

Si bien el formulario está en inglés, no es necesario hablar ese idioma para participar. En el caso de una pareja, cada uno puede postularse por una sola vez si ambos cumplen los requisitos, dice Bridenstine.

Entre los que buscarán participar está Telmo Piluano, de 35 años. El lunes pasado fue a un local que asesora en el trámite para viajar a EE.UU., en el centro de Guayaquil, en busca de información. Él trabajaba en la empresa pública Astinave como soldador, pero fue liquidado hace dos meses. Desde entonces está a merced de contratos esporádicos. Le preocupa que cada mes debe reunir $ 280 para pagar la hipoteca de su casa, que compró a 14 años: “Allá hay más oportunidades, se gana un poquito más y creo que se consigue más rápido trabajo”.

David Berrones, quien lo atendió en el local, afirma que el programa ha generado expectativa, sobre todo a quienes les han negado la visa de turista o de trabajo temporal. “La gente se confunde y piensa que ya con registrarse les van a dar la visa, pero no es así”, dice.

A la falta de información se suma el peligro de que los interesados sean estafados por personas que cobran con la promesa de asegurarles un cupo.

Bridenstine afirma que el proceso es gratuito y personal, ya que al final del registro se genera un número para que el solicitante verifique a partir de mayo de 2017, si fue seleccionado. “El Departamento de Estado no envía ningún correo electrónico para informar si la solicitud salió favorecida en el sorteo, que es computarizado”.

Ana (nombre protegido), quien también fue a uno de los locales en busca de información, dice que encontró en Facebook a personas que ofrecen llenar los formularios: “Pero empecé a sospechar cuando me pidieron que haga una transferencia de dinero, pese a que sé que la inscripción recién es desde el martes (4 de octubre)”,

Uno de los requisitos para participar es tener, en los últimos cinco años, al menos dos años de experiencia en una actividad laboral con un rango de calificación, que da el Gobierno de EE.UU., de 7.0 o más (ver gráfico). Profesiones como ingeniero en aeronáutica, cartógrafo o diseñador gráfico superan ese rango. Otras, como cantante y electricista, están por debajo.

Ser seleccionado no implica obtener la visa de inmigrante. A más de pagar una tasa para presentarse a una entrevista, y realizarse exámenes médicos, deben encontrar un hogar de acogida donde permanecer los primeros meses en EE.UU., mientras encuentran un empleo.

Oswaldo Guzmán, presidente del Comité Cívico Ecuatoriano de Nueva York, donde residen la mayoría de migrantes ecuatorianos, afirma que las opciones laborales hoy son más limitadas porque quienes llegan sin documentos trabajan por debajo del salario mínimo.

Autores

El Universo.com