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España enfrenta difícil reto con financiación
Miércoles, Julio 25, 2012 - 07:35

El Tesoro español requerirá 10.000 millones de euros más de lo previsto a principios de año para financiar el nuevo objetivo de déficit público acordado con la Unión Europea.

Madrid. España va a tener dificultades para cumplir este año con sus necesidades de financiación sin recurrir a la ayuda externa, debido a la necesidad de cubrir parte de la deuda de las regiones, el incremento de su prima de riesgo, la nueva revisión del déficit público y la aversión de los mercados al riesgo.

El Tesoro español requerirá 10.000 millones de euros más de lo previsto a principios de año para financiar el nuevo objetivo de déficit público acordado con la Unión Europea, a los que se sumarán otros 12.000 millones por el nuevo fondo de liquidez que se va a constituir para financiar a las regiones.

De esta forma, las necesidades de financiación para lo que queda de año sumarán unos 50.000 millones de euros (sin incluir emisiones de Letras), desinflando el colchón logrado por el Tesoro durante los primeros meses del año, cuando el Banco Central Europeo inyectaba fondos a tasas muy bajas en los mercados para garantizar la compra de deuda soberana.

Fuentes oficiales españolas habían presumido en los últimos meses que el Tesoro no tendrá dificultades en la segunda mitad del año tras colocar en el primer semestre 59.000 millones de euros de los 86.000 millones inicialmente presupuestados.

Pero esta ventaja se ha evaporado al requerirse fondos extras para cubrir el déficit adicional -- 6,3% del PIB en vez del 5,3% inicialmente fijado -- y para la asistencia financiera de las Comunidades Autónomas.

Las finanzas públicas españolas han estado en el punto de mira de los inversores internacionales desde que el país incumpliese de largo el objetivo de consolidación de 2011 y dijese que tampoco alcanzaría la meta fijada para 2012.

Los problemas de solvencia de parte del sistema financiero español y la recaída de la economía nacional en una nueva recesión -- la segunda en tres años -- han empeorado la situación.

Como consecuencia, los costos de financiación del Tesoro han alcanzado sus niveles máximos desde el lanzamiento del euro. El miércoles, la rentabilidad del bono español a 10 años rozaba el 7,60%, muy por encima del nivel crítico del 7%, considerado como insostenible para la financiación de la deuda de un país en la zona euro.

El Tesoro puede usar el dinero que tiene en las cuentas del Banco de España y en otras entidades para hacer frente al próximo vencimiento de deuda de 12.870 millones de euros a finales de julio.

Pero una prueba más exigente se presentará los días 29 y 31 de octubre cuando expirarán un total de 20.270 millones de euros en bonos.

Actualmente, el Tesoro dispone todavía de un colchón de 28.900 millones de euros tras bajar este saldo desde los 44.000 millones de euros en abril, según información de diversos medios que tanto Economía como el Banco de España no han confirmado.

Además, los meses de julio y octubre suelen ser meses favorables para España en términos fiscales al coincidir con los periodos de mayor recaudación impositiva, pero la evolución de los ingresos fiscales ha sido decepcionante y la recaudación impositiva ha caído un 5 por ciento en la primer mitad del año.

En caso de que España no pueda colocar un volumen suficiente de bonos a mediano y largo plazo, podría emitir letras, aunque el uso de emisiones a corto plazo para financiar necesidades a largo plazo no resolverá el problema e implicará un incremento de los costos con cada renovación.

El martes, España emitió letras por un volumen algo superior a los 3.000 millones de euros, pero tuvo que ofrecer las segundas rentabilidades más altas desde el lanzamiento del euro.

El Tesoro dijo durante el primer semestre que tenía previsto emitir este año letras por importe de 100.000 millones de euros para suavizar su curva de vencimientos. Hasta la fecha, colocó 47.000 millones de euros y le quedan por renovar vencimientos por importe de 35.000 millones de euros antes de finalizar el año.

Hasta la fecha y gracias a la "barra libre" del Banco Central Europeo, el fuerte incremento de las rentabilidades de la deuda española en el mercado secundario aún no se ha trasladado a los costos de financiación, que siguen por debajo de los niveles de los años anteriores.

La rentabilidad media de la deuda española era del 3,27 por ciento a finales de junio, muy por debajo del 3,90 por ciento registrado hace un año, según datos del Ministerio de Economía publicados el martes.

Pero el mantener los costos financieros en niveles sostenibles requerirá encontrar a nuevos compradores para los bonos. En las últimas semanas, los inversores extranjeros han reducido su exposición al mercado español mientras los bancos nacionales se muestran cada vez más reticentes a la hora de comprar deuda ante sus propios problemas de liquidez.

Una nueva rebaja de la calificación de la deuda española, actualmente a un escalón del "bono basura", complicaría aún más la tarea para el Tesoro.

"No hay compradores internacionales. Los bancos pequeños no tienen capacidad para comprar más y los grandes solo renuevan los vencimientos y, en un principio, los únicos compradores reales son los bancos intervenidos por el Estado", dijo un analista de deuda soberana.

No obstante, agregó que España aún tendría capacidad de financiarse por sí misma para lo que queda de año siempre que recibiera alguna ayuda en concepto de liquidez.

Una de las posibles fuentes de soporte podrían ser los cientos de miles de millones de euros depositados por la banca con el BCE tras las inyecciones de liquidez a largo plazo de diciembre y febrero.

Otra opción sería el apoyo del fondo de rescate permanente en forma de compras de bonos en el mercado primario o secundario. Pero el nuevo mecanismo de estabilidad europeo no se implementará antes de septiembre y, dado que aún no dispone de todo el capital acordado, su capacidad de intervención inicial no será suficiente para proteger completamente a España de los ataques de los mercados.

"Hasta que no tenga todo el capital (este mecanismo) solo puede disparar una vez. Así que creo que la zona euro esperará hasta el último minuto antes de usarlo a favor de España porque, de no acertar con el primer tiro, morirá", explicó el analista.

Autores

Reuters