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Ex ministro alemán en el WEF: “queremos debates controvertidos”
Viernes, Abril 4, 2014 - 16:56

Philipp Rösler, es ahora parte del comité de la entidad. DW habló con él en Panamá, donde se celebró un evento regional del mismo.

-¿Qué aspectos destaca del Foro Económico Mundial en Latinoamérica este año?

-Este año hay temas de especial importancia, como infraestructura, logística y comercio. Pero también está la pregunta de cómo podemos reformar el mercado laboral y cómo podemos mejorar el sistema educativo, así como temas políticos como la gobernanza y la estructura de los gobiernos. Espero que no solo nos limitemos a debatir, sino que también se tomen decisiones y se planeen formas de pasar a la acción, y que las cosas que se discutan se puedan implementar de forma concreta.

-¿Qué tipo de decisiones se podrían tomar?

-Decisiones, por ejemplo, sobre financiación de infraestructura. Una buena infraestructura es la base para el crecimiento económico, y al final se trata de ver cómo financiar la infraestructura de países que no son ricos. En la cumbre tenemos a muchos bancos de inversión de la región y de todo el mundo, y esperamos fervientemente que de aquí salgan diversos conceptos financieros para el desarrollo de determinados países que así tendrán la posibilidad de conseguir una infraestructura adecuada para con ello crecer económicamente, y poder pagar sus créditos al final.

-Latinoamérica es un punto importante de los foros regionales, igual que lo es Asia. ¿En qué medida trabaja usted junto con los Gobiernos estatales? ¿Dependen de sus beneplácitos para llevar a cabo un foro, o lo pueden organizar de manera independiente?

-Ponemos mucho énfasis en nuestra independencia, y es algo por lo que somos conocidos. Somos una institución no partidista. No estamos a la venta, tenemos nuestros propios objetivos y nuestros propios temas que decidimos nosotros mismos. Naturalmente, necesitamos el beneplácito de Gobiernos como el de Panamá, y es algo que funciona bien. Pero cuando hay discrepancias, por supuesto, buscamos otros lugares. La neutralidad está por encima de todo en nuestro caso.

-¿Se pueden esperar críticas del WEF?

-Sí, posiblemente. Recuerdo, por ejemplo, el último foro en Davos. En aquella ocasión, el Papa dio un mensaje de inauguración, y no es una personalidad especialmente conocida por ser un ultra-capitalista. Esto demuestra que estamos abiertos al diálogo. Cuando solo hablamos nosotros y todos comparten las mismas opiniones, nunca sale nada productivo de ahí. Creo que es también importante no solo aceptar otras opiniones, sino invitarlas conscientemente para que se formen debates controvertidos.

-¿Es el WEF actualmente una especie de servicio de moda?

-Tiene mucha demanda. Muchos estados acuden a nosotros. Hoy mismo he tenido charlas con jefes de Estado y de Gobierno que nos han extendido invitaciones. Nos han dicho que, cuando este evento acabe, vayamos a sus países.

-¿Algún ejemplo de estos jefes de Estado y Gobierno?

-La Primera Ministra de Trinidad y Tobago, por ejemplo. Es la primera vez que está presente en estos eventos y ha manifestado que le ha gustado mucho, así que, ¿por qué no organizar otro en su región? Naturalmente, nos interesa mucho su propuesta. Pero requeriría una gran operación de logística. Por eso, no estoy diciendo que lo vayamos a hacer allí inmediatamente. Pero simplemente la oferta implica que el evento tiene calidad. De modo que sí, se podría decir que el foro está de moda.

Philipp Rösler ha sido ministro de Economía de Alemania. Desde algunos meses es parte del comité de la presidencia del Foro Económico Mundial (WEF). Rösler es responsable de los foros regionales en el WEF, y el primero de ellos concluye este jueves en Panamá.

Autores

Deutsche Welle