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Expertos esperan que el consumo en Uruguay vuelva a crecer pero menos que el PIB
Jueves, Septiembre 17, 2015 - 09:14

La economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte admitió –al igual que la mayoría de los analistas privados– que la caída del consumo privados fue sorpresiva y se procesó antes de lo previsto.

El consumo privado, uno de los motores que empujó con más fuerza uno de los ciclos de mayor dinamismo de la economía uruguaya en varias décadas, se enfrió más rápido de lo previsto en el segundo trimestre al exhibir una caída interanual de 1,1%.

De esa manera, los uruguayos redujeron su gasto en consumo por primera vez desde 2003. El año pasado, ese sector de actividad mostró una expansión de 4,2%, por encima del 3,5% del PIB en su conjunto. La confianza del consumidor en niveles históricamente bajos, la suba sostenida del dólar y algunas señales negativas en materia de empleo, entre otros factores, comienzan a verse reflejados en una actitud de mayor cautela a la hora del gasto.

La economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte admitió –al igual que la mayoría de los analistas privados– que la caída del consumo privados fue sorpresiva y se procesó antes de lo previsto. "Esperábamos que siguiera desacelerándose como lo venía haciendo ya hace más de un año, pero no una caída interanual", reconoció.

La experta dijo que si bien existían algunas señales, como el deterioro de las expectativas de los empresarios y las encuestas de ventas de la Cámara de Comercio y Servicios –con bajas fuertes en bienes durables–, no se esperaba una retracción. Deloitte está ajustando sus pronósticos, pero estima que el consumo tendrá este año un incremento "muy leve y moderado, del 1%, que es un freno fuerte respecto a lo veníamos viendo".

Cautela y retracción

"La caída debería atribuirse principalmente a una actitud más cauta de las familias respecto a las decisiones de consumo. De hecho, la confianza del consumidor, que incluye indicadores diversos (como las expectativas sobre la situación del país y otros) que van más allá del tipo de cambio, cayó mucho en el segundo trimestre y presagiaba un deterioro fuerte en la tasa de crecimiento del consumo", señaló a El Observador el economista Alejandro Cavallo de Equipos Consultores. En julio, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que realiza su estudio registró una caída de 2,8% respecto a junio y superó el mínimo histórico alcanzado en noviembre de 2008 –en pleno estallido de crisis internacional–. Así, los consumidores uruguayos mostraron por quinto mes consecutivo un pesimismo en aumento. A juicio del analista, la suba del tipo de cambio "no es inocua", puesto que contribuye a revisar y postergar decisiones de consumo de bienes durables, cuyo precio en general acompaña el valor del dólar.

En ese sentido, su colega Alfonso Capurro de CPA-Ferrere añadió que desde que la suba del tipo de cambio se hizo más acelerada (desde abril), los datos de sus clientes de casas de electrodomésticos y shopping vienen mostrando un caída promedio que supera los dos dígitos.
En una línea similar, el comercio de vehículos 0 km mostró en agosto una nueva baja, esta vez de 18,7% respecto a lo observado en el mismo período de 2014, con un total de 3.580 unidades vendidas, de acuerdo a las cifras divulgadas por la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU). El descenso está en línea con las expectativas del mercado donde se espera cerrar el año con ventas de entre 10% y 15% por debajo del 2014.

Sobre este negocio, Capurro recordó que la baja se da en una coyuntura de "fuerte competencia" entre las marcas de vehículos 0 km que incluyó merma de precios. "Seguramente esto ayudó a amortiguar el descenso", consideró. En julio, la predisposición a la compra de bienes durables del ICC tuvo fuerte caída mensual (19,2%), la segunda mayor desde octubre de 2008. Por otro lado, el crédito al consumo en los últimos 12 meses a julio se expandió a un tasa de 1,7%, el menor nivel en los últimos cinco años.


Ingresos y empleo

Los datos de empleo no muestran aún un deterioro significativo que puedan explicar el freno del consumo. El economista Capurro recordó que hoy el empleo está dentro de las principales "preocupaciones" de los consumidores, algo que no ocurría hace un tiempo atrás. Agregó que es una "señal negativa" para las expectativas el hecho de que la economía uruguaya "esté destruyendo" empleo aun cuando no sean cifras significativas. A esto se suma el estado público y mediático que tomaron el cierre de algunas industrias (Ecolat, Schreiber Foods y Fripur).

La tasa de desocupación aumentó en los tres meses cerrados en junio a 7,6% de la población activa, tras el dato del primer trimestre de 7%, siendo la más alta registrada desde los primeros tres meses de 2010. A su vez, el número de personas que cobran el seguro de paro llegó a 42.115 en julio, con un aumentó de 25,7% frente a igual período del año pasado. A juicio de Cavallo, de Equipos Consultores, si bien en líneas generales aún no hay efectos fuertes sobre ingresos y empleo, "las familias van incorporando, más lento o más rápido, que el contexto ha cambiado, que Brasil tiene problemas económicos y políticos, y que la situación en Argentina –si bien no es de crisis extrema– es de una incertidumbre muy alta. Esto predispone a ser más precavidos, a tomar las decisiones con más detenimiento".

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