"La FAO ha elevado su pronóstico para la producción mundial de cereales de 2014 a un nivel récord y anunciado que los primeros indicios sobre las cosechas de 2015 son favorables", dio la entidad.

El índice de precios de los alimentos de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) disminuyó en enero y acumula descensos desde abril a la espera de una producción récord de cereales, según informó hoy la organización.

"La FAO ha elevado su pronóstico para la producción mundial de cereales de 2014 a un nivel récord y anunciado que los primeros indicios sobre las cosechas de 2015 son favorables", destacó el organismo como motivo de la caída de precios.

Con respecto a diciembre, el índice de precios, ponderado en base a los intercambios comerciales de alimentos en los mercados internacionales, registró en enero un descenso del 1,9%, y continúa la tendencia a la baja desde abril de 2014.

"El descenso de enero estuvo influenciado en parte por los abundantes inventarios, la continua fortaleza del dólar estadounidense y la debilidad de los precios del petróleo", explicó.

La otra causa del descenso es que "aumentan las existencias mundiales de cereales" con una relación entre existencias y utilización de cereales a nivel mundial para 2014/2015 que "debería aumentar un 25 %, su nivel más alto durante una década".

Para la temporada de 2015, la FAO prevé que las existencias mundiales de cereales se sitúen en cerca de 623 millones de toneladas, un 8% más respecto al año anterior.

Las buenas previsiones se basan en "un clima propicio y una mayor superficie" sembrada en América del Norte y Oriente Medio y en las condiciones "satisfactorias" para el maíz en el hemisferio sur.

Como consecuencia, el índice de precios de los cereales se redujo en un 3,6% en enero respecto al mes anterior y se situó un 34% por debajo de su máximo de junio de 2008, mientras que los precios del trigo cayeron un 7% por la "abundancia de suministros".

Un 2,9 % se redujeron los precios de los aceites vegetales, con una bajada que se debe "a los amplios suministros de aceite de soja y al descenso de los precios del petróleo, que limitan el atractivo de la utilización de aceites vegetales para producir biodiesel".

Los precios de los productos lácteos y del azúcar se mantuvieron estables en enero y es el índice de productos lácteos el que experimentó la mayor caída en comparación con el año pasado, con una bajada del 35% frente a enero de 2014.

Finalmente, el índice de precios de la carne se redujo un 1,6 % en enero respecto a diciembre pero es el único grupo de alimentos básicos que aumentó respecto al año anterior, con una subida del 6,6%.

El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales que hace el seguimiento de los precios de los cinco principales grupos de alimentos básicos en el mercado internacional: cereales, carne, productos lácteos, aceites vegetales y azúcar.