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Gasto público de Chile crecería tanto o más que el PIB en 2012
Jueves, Septiembre 15, 2011 - 17:09

Una recesión en los países desarrollados, como algunos expertos prevén, obligaría el próximo año al disciplinado ministro de Hacienda, Felipe Larraín, -quien estima una expansión de la economía local del 5% en el 2012- a abrir el maletín de medicamentos para evitar el contagio.

Santiago. El gobierno del conservador chileno Sebastián Piñera podría quebrar sus propias reglas en el 2012 y aumentar el gasto público en un porcentaje igual o superior al crecimiento económico para enfrentar un deterioro de la economía global, así como demandas sociales.

Una recesión en los países desarrollados, como algunos expertos prevén, obligaría el próximo año al disciplinado ministro de Hacienda, Felipe Larraín, -quien estima una expansión de la economía local del 5% en el 2012- a abrir el maletín de medicamentos para evitar el contagio.

"Puede que el gasto sea mayor que el crecimiento. Larraín ha dicho que se hará todo lo posible por mantener la disciplina fiscal, pero un escenario de recesión mundial da holguras para estímulos que suponen mayor gasto", dijo Alejandro Puente, economista jefe del BBVA Chile.

En el 2011, Chile espera crecer un 6,5% e incrementar el gasto en un 4,6% del Producto Interno Bruto (PIB), dado un compromiso de Piñera de expandir la economía más que el gasto, para restar presiones inflacionarias y evitar alzas de tasas de interés.

Una política contracíclica -donde se gasta más en tiempos difíciles tras haber ahorrado en la prosperidad- fue la misma que aplicó en el 2009 el gobierno de centroizquierda de Michelle Bachelet para enfrentar los efectos de la crisis financiera global.

"El gasto aumentó cerca de un 15% en términos reales y, con todo y ello la inflación cayó, porque se registró una disminución en la demanda interna", en un año donde la economía se contrajo un 1,7%, recordó Puente.

Y Chile tiene cómo gastar más. Cuenta con ingentes recursos producto de los altos precios del cobre, su principal exportación, que le han permitido acumular reservas internacionales que superan los US$36.000 millones.

Pero, según analistas, acudiría a ellas solo ante un panorama tan complejo como el del 2010, cuando recurrió a sus ahorros en el exterior para financiar parte de la reconstrucción del país tras el devastador terremoto de febrero de ese año.

"Esto no debería ser necesario a medida que la zona euro vaya solucionando los problemas que tiene, y en esa línea el gasto del Gobierno debería tender a cumplir con un balance estructural a fines del Gobierno actual (marzo 2014)", consideró Cristóbal Doberti, economista de BICE Inversiones.

A fin de mes, el Gobierno entregará al Congreso el proyecto de presupuesto para el 2012, en donde contemplaría un crecimiento de la economía en torno a un 5 por ciento, según ha adelantado Larraín, y un gasto público que, de acuerdo con analistas, al menos igualaría esa tasa de expansión del PIB.

De ser así, el presupuesto contemplaría un gasto fiscal en torno a los US$60.000 millones, por encima de los US$53.387 millones aprobados para este año, que luego se recortó en US$700 millones para restar presión al tipo de cambio.

Demandas sociales e inflación. Además de un adverso escenario externo, Piñera deberá hacer frente a crecientes demandas de la población, que espera recibir los beneficios de la prosperidad macroeconómica de Chile -una de las naciones financieramente más sólidas de la región-, exigencias que han hundido su popularidad a mínimos históricos.

"Creo que el gobierno va a tener que ceder un poco. Hemos visto que el descontento social ha aumentado (...). Creo que es tiempo de acomodarlo a través del gasto público", dijo Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics.

El ministro Larraín ha dicho que, en un escenario normal, atender las demandas sociales "no va a significar un aumento drástico", ya que se puede redireccionar el dinero de las arcas fiscales hacia temas que se consideren prioritarios.

Una inflación contenida en torno a la meta oficial del 3% hacia fines del 2012, según estiman analistas, también le daría espacio al gobierno para gastar más ante un escenario global complejo, ya que la demanda interna podría verse mermada.

"Estimamos una inflación del 3,2%, en un escenario donde se va dando una cierta recuperación a nivel global. Pero en un escenario adverso, la inflación quedaría por debajo de la meta, lo que dependería del agravamiento de la situación", añadió Puente del BBVA.

Autores

Reuters