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Gobierno chino promete reformas orientadas al mercado
Domingo, Marzo 18, 2012 - 10:59

El viceprimer ministro, Li Keqiang, dijo que su país "ha alcanzado un período crucial respecto al cambio de su modelo económico y (ese cambio) no puede ser retrasado. Las reformas han entrado en una etapa severa".

Pekín. China no debe postergar la aplicación de duras reformas económicas, dijo este domingo el viceprimer ministro Li Keqiang, destacando la postura de Pekín a favor de un cambio orientado al mercado tras la remoción esta semana de un ambicioso líder local que buscaba un mayor rol del Estado en la economía.

Li, que se espera ampliamente suceda a Wen Jiabao como primer ministro en una transición de poder más adelante en el año, prometió políticas flexibles para mantener activa la economía y los precios estables, centrándose en el estímulo de la demanda doméstica y buscando reformas estructurales para una expansión equilibrada.

"China ha alcanzado un período crucial respecto al cambio de su modelo económico y (ese cambio) no puede ser retrasado. Las reformas han entrado en una etapa severa", afirmó, en comentarios similares a los realizados por Wen esta semana.

"Aplicaremos políticas más específicas, flexibles y orientadas al futuro para mantener un crecimiento económico relativamente acelerado y contar con niveles de precios básicamente estables", sostuvo en su discurso durante una conferencia de políticas económicas, a la que asistieron altos funcionarios chinos, la jefa del FMI y decenas de empresarios.

El viceprimer ministro afirmó además que China "profundizará las reformas a los impuestos, el sector financiero, los precios, la distribución de ingresos y buscará avances en áreas clave para dejar que las fuerzas del mercado tengan un mayor rol en la asignación de recursos".

El renovado énfasis de Li en reformas a favor del crecimiento se produce después de que Wen dijera que el país debe afrontar una osada reforma política a fin de evitar que la segunda mayor economía del mundo tropiece, y prometiera usar su último año en el poder para atacar un descontento social que según dijo podría generar caos.

En una rueda de prensa al final del Congreso Nacional del Pueblo (CNP), Wen afirmó que el crecimiento soportaría mejor los riesgos de las presiones externas, la propiedad local y la inflación y una deuda de 10.700 billones de yuanes (1,7 billones de dólares) de los gobiernos locales.

El líder chino redujo la meta oficial de crecimiento de China en el 2012 a un 7,5 por ciento, desde el 8 por ciento al que se apuntó en los últimos ocho años, y buscó a dejar el camino listo para la implementación de reformas en áreas como los subsidios, sin presionar la inflación.

La tasa anual inflacionaria de China se desaceleró a 3,2% en febrero, por debajo del objetivo del Gobierno de 4%, por primera vez en más de un año. Pero las autoridades siguen particularmente sensibles ante los elevados precios de las materias primas, dado el enorme nivel de importaciones chinas.

Políticas cruciales. Zhang Ping, jefe de la agencia de planificación, la Comisión de Reforma y Desarrollo Nacional (CRDM), dijo en la conferencia que las políticas económicas dirigidas a mantener una expansión relativamente veloz son clave para el futuro chino.

"En primer lugar, necesitamos mantener un crecimiento estable y rápido, el desarrollo es la clave para resolver los problemas de China", sostuvo.

El Gobierno mantendrá una política monetaria prudente y medidas fiscales proactivas, y estará preparado para hacer ajustes, una frase común entre las autoridades chinas que ha sido evocada desde el otoño boreal de 2011.

La muestra de unidad en torno a una reforma pro-mercado tomó gran significado esta semana cuando el liderazgo central de Pekín se movió para controlar la política en la provincia suroccidental de Chongqing y removió a su polémico y popular jefe del Partido Comunista local, Bo Xilai.

Los llamados a la unidad de los líderes del Partido Comunista central aparecieron en las portadas de los diarios de Chongqing el sábado. No mencionaron a Bo, removido del poder tras un escándalo cuando su vicealcalde Wang Lijun se refugió en febrero en un consulado estadounidense.

Tras arribar a Chongqing en el 2007, Bo, de 62 años y ex ministro de Comercio, lo convirtió en un bastión de cultura comunista revolucionaria "roja" y de crecimiento igualitario, logrando una enorme atención pública al aplicar duras medidas contra el crimen organizado.

Su retórica de alto perfil y propaganda inspirada en Mao Zedong molestó a funcionarios moderados. Pero su estilo populista y avances contra el crimen fueron acogidos por muchos residentes y varios esperaban que Bo lograra un rol más influyente en la política nacional.

Con la mirada en el yuan. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, apuntó a una reforma adicional necesaria en China en la misma conferencia del domingo y dijo que el yuan podría convertirse en una moneda de reserva con la combinación adecuada de cambios estructurales pro-mercado.

"Lo que se necesita es una hoja de ruta con una tipo de cambio más fuerte y flexible, una gestión monetaria de mayor eficiencia con regulación de calidad y un mercado financiero más desarrollado", afirmó Lagarde".

"Si todo esto ocurre, no existe razón por la cual el renminbi (el yuan) no pueda alcanzar el estatus de moneda de reserva que ocupe una posición a la par con el estatus de la economía de China", señaló.

China, el mayor exportador del mundo y el segundo país importador, ha buscado por largo tiempo poner fin al dominio del dólar como la principal divisa en las transacciones internacionales, en parte para controlar sus riesgos internos de inflación y también para elevar la influencia de Pekín en el sistema financiero global.

China cuenta con un ajustado sistema de cuenta de capitales y su moneda está estrechamente controlada.

Autores

Reuters