Mientras el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea pierden la paciencia ante el incumplimiento de Atenas de sus metas fiscales, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, criticó a los líderes de la UE por no encarar la crisis con decisión y dijo que su país estaba siendo "chantajeado" por los mercados financieros.
Atenas. Grecia anunciará este miércoles un plan para acelerar los recortes de gasto acordados bajo su programa de rescate, a fin de garantizar una nueva inyección de recursos y salvar al país de una quiebra inminente.
Mientras el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea pierden la paciencia ante el incumplimiento de Atenas de sus metas fiscales, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, criticó a los líderes de la UE por no encarar la crisis con decisión y dijo que su país estaba siendo "chantajeado" por los mercados financieros.
Grecia está tratando de convencer a la UE y el FMI de que liberen el nuevo tramo de ayuda de 8.000 millones de euros (US$11.000 millones) que necesita para evitar quedarse sin dinero el próximo mes, pese a la furia pública por las medidas de austeridad que están llevando a Grecia a su cuarto año de recesión.
En una conferencia telefónica con los inspectores de los prestamistas multilaterales, conocidos como la "troika", Venizelos se comprometió a adelantar las medidas de ajuste fiscal acordadas en un programa de préstamos de cinco años.
"Estamos haciendo y vamos a hacer lo que sea. No pondremos la suerte del país en riesgo", dijo Venizelos al Parlamento.
Medidas. Medios griegos reportaron que las medidas que probablemente se adelanten sean los despidos del sector público, los recortes de pensiones y salarios de los empleados públicos, un alza en el impuesto al combustible de calefacción y una extensión del ya anunciado impuesto extraordinario a las propiedades.
Venizelos no dio detalles de las medidas, pero dijo que había poco espacio para elevar los ingresos, una señal de que no impulsará nuevas alzas de impuestos, además de los impopulares tributos a las propiedades y a los salarios aplicados desde junio.
El ministro dijo que Grecia estaba siendo "chantajeada" por los mercados, que han elevado sus costos de endeudamiento a niveles inmanejables, y que los líderes europeos han fracasado en el manejo de la crisis.
"Como un sistema institucional que maneja una moneda común que está expuesta a ataques especulativos de los mercados internacionales, Europa no puede manejar esta crisis con la decisión y velocidad y efectividad que necesita", agregó.
"Si no fuera por el control de la troika (...) desafortunadamente nos habríamos descarrilado en términos fiscales", agregó.
Sin embargo, los mercados están casi seguros de que Grecia caerá en moratoria.
Gran temor. Economistas y políticos temen que si la nación mediterránea declara la cesación de pagos, podría separarse de la zona euro, lo que repercutiría en la economía global, desplomando a los mercados y empujando a otros miembros complicados del bloque como Italia y España hacia el despeñadero.
Un portavoz gubernamental dijo que el gabinete discutirá las medidas en una reunión del miércoles y que hará el anuncio más tarde.
La troika -formada por el FMI, el BCE y la UE- decidió volver a Atenas a inicios de la próxima semana para seguir las negociaciones para el nuevo tramo de ayuda. Hace unos días, abandonó las conversaciones ante una disputa por el déficit presupuestario y las medidas que Atenas debe adoptar.
Según el plan de mediano plazo de Grecia, el país aceptó reducir su déficit fiscal al 1,2% del Producto Interno Bruto al 2015, desde el más del 8,5% estimado para este año.
También aceptó vender unos 50.000 millones de euros en activos estatales para ayudar a pagar su deuda de 300.000 millones de euros, que se espera que se infle a más del 165% del PIB anual a fines de año.