"Estamos observando que la crisis financiera no terminó en los países avanzados, sino que sólo cambió de fase: pasó a ser la crisis de la deuda soberana", sostuvo el titular de Hacienda de Brasil.

Sao Paulo. La economía de Brasil está sólida y la inflación controlada, dijo este martes el ministro de Hacienda, Guido Mantega, quien también aseguró que el Gobierno no se dejará vencer por lo que calificó de guerra cambiaria.

Durante una presentación en el Consejo de Desarrollo Económico y Social (CDES), Mantega apuntó al clima de inestabilidad que ha afectado a los mercados internacionales recientemente, debido principalmente a las preocupaciones con la deuda de Estados Unidos y Europa.

Sin embargo, consideró que Brasil está entre los países "mejor preparados" para enfrentar la turbulencia global.

"Estamos observando que la crisis financiera no terminó en los países avanzados, sino que sólo cambió de fase: pasó a ser la crisis de la deuda soberana", sostuvo.

"(Pero) Brasil es uno de los países mejor preparados para enfrentar estos problemas que aparecen en el horizonte internacional", agregó.

El ministro destacó que uno de los motores de la solidez económica brasileña es el fuerte mercado de consumo.

"Pese a que nos desaceleramos un poco, aún tenemos una demanda muy fuerte que estimula a la economía brasileña (...) Por lo tanto, tenemos asegurada una demanda fuerte y seguiremos garantizando esa demanda para mantener a la economía activa", declaró.

Mantega reiteró que la inflación está controlada lo que, según él, se debe al hecho de que el Gobierno no ha escatimado esfuerzos para combatirla.

En lo que va del 2011, el referencial Indice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) ha subido un 3,87 por ciento, mientras que en 12 meses a junio llegó al 6,71%, por sobre el techo del rango meta.

El Gobierno tiene una meta inflacionaria del 4,5% para este año, con una tolerancia de más o menos dos puntos porcentuales.

El tipo de cambio también estuvo en la tabla. Mantega reiteró que el Gobierno está atento a los movimientos del real y que se tomarán las medidas necesarias para controlar su avance excesivo.

"No vamos a dejar que una guerra cambiaria nos derrote", agregó.