Los precios al consumidor medidos por el índice IPCA-15 subieron un 0,99% en el mes a mediados de junio, informó el viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La inflación de Brasil subió más de lo esperado en el mes hasta mediados de junio, pese a los esfuerzos del banco central por contener las expectativas de precios con sucesivas alzas en las tasas de interés.
Los precios al consumidor medidos por el índice IPCA-15 subieron un 0,99% en el mes a mediados de junio, informó el viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Analistas consultados en un sondeo de Reuters habían proyectado un alza de 0,85% en el índice.
El mes anterior, el índice subió un 0,6%.
La tasa de inflación anual escaló a un 8,80% desde la aceleración de 8,24% hasta mediados de mayo, casi el doble del objetivo oficial de 4,5% y el ritmo más fuerte desde diciembre de 2003.
La escalada de la inflación ha dañado la confianza del consumidor a mínimos récord y mermado la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff, que ha prometido hacer "lo posible y lo imposible" para contener el avance de los precios.
Los rendimientos de los futuros de las tasas de interés de Brasil subían el viernes, lo que implica que los mercados apuestan por mayores tasas de interés.
Los operadores esperan que el banco central brasileño suba la Selic, la tasa de interés de referencia, en julio -y posiblemente en septiembre- a al menos un 14%.
La Selic ya se cuenta entre las 10 más altas del mundo.
El IBGE dijo que fue la brusca subida de 38% en los precios de la lotería -precios que el Gobierno controla- la que condujo la subida de la inflación durante la primera mitad de junio.
El ajuste es parte de las medidas del ministro de Hacienda, Joaquim Levy, para incrementar los ingresos públicos y salvaguardar la calificación de grado de inversión de Brasil.
También las tarifas de la electricidad y de los combustibles han subido con fuerza desde comienzos de año.
Un alza inusual de mediados de año en los precios de los alimentos también avivó la inflación, según los datos del IBGE.
Los precios de las cebollas, los tomates y las zanahorias se dispararon, en particular en la ciudad de Recife en el noreste del país, debido a la irregularidad en las precipitaciones.
