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La difícil situación de las arcas fiscales de Paraguay
Domingo, Noviembre 11, 2012 - 17:32

La política de aumentar gastos fijos sin contar con fuentes de financiamiento hace que el déficit fiscal se vuelva estructural, lo que obligará a buscar otras fuentes de financiación a través de la creación y/o aumento de impuestos.


La Cámara Baja debe analizar este lunes, en plenaria, el proyecto de presupuesto para el año que viene. Hay varios puntos conflictivos que serán discutidos. El primero, si los funcionarios públicos tendrán un aumento salarial o no. Algunos legisladores están presionando para otorgar al menos 10% para acallar los reclamos de los sindicatos estatales.

El segundo punto tiene relación con el plan salido de la Comisión Bicameral de Presupuesto. Allí existe un grave problema, tomando en cuenta que los legisladores aprobaron un despilfarro de dinero, especialmente destinado a remuneraciones al personal.

El Poder Ejecutivo había enviado un proyecto de la Administración Central que ya incluía un déficit fiscal de G. 3,2 billones (US$740 millones). Esto significa que los gastos superaban a los ingresos en el mencionado monto. Cómo se financia esto: con endeudamiento.

Sin embargo, con los gastos que fueron agregados por la Bicameral, el agujero fiscal ahora sube a G. 5,2 billones (US$ 1.179 millones). Es decir, los legisladores agregaron US$439 millones de déficit.
Lo grave en este caso es que un gran porcentaje está destinado a remuneraciones al personal y este agujero no tiene financiación genuina (los parlamentarios subieron alegremente los números de la estimación de ingresos en G. 1,9 billones, o sea, casi US$ 440 millones).

Los datos manejados en este material fueron obtenidos en el Congreso. Desde el Ejecutivo se advierte que estos números son inmanejables. La política de aumentar gastos fijos sin contar con fuentes de financiamiento hace que el déficit fiscal se vuelva estructural, lo que obligará a buscar otras fuentes de financiación a través de la creación y/o aumento de impuestos. Esto será inevitable.

Un déficit estructural no puede financiarse con la recaudación de los tributos existentes, luego la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos tributarios cae por su propio peso. En la práctica, se traduce en la obligación de contar con nuevos instrumentos de ingresos, aumento de tributos, solo para cubrir los gastos rígidos (salarios, deuda externa, jubilaciones).

Si bien, aparentemente, se mantienen los ingresos tributarios previstos, se observa la incorporación como fuente de financiación, para calzar parte de estos aumentos, una fuente que se denomina “otros recursos”, que corresponden a transferencias que deben provenir de los aportes intergubernamentales de la ANDE, Essap, Copaco, INC.

Como es sabido, estas son empresas públicas que atraviesan problemas de financiamiento, por lo que difícilmente puedan generar recursos adicionales. Por tanto, en la práctica los “otros recursos” deben ser reemplazados con ingresos tributarios, creando la necesidad de una mayor recaudación de impuestos.

30% más es imposible. Así como quedaron los números, el Fisco deberá aumentar sus recaudaciones tributarias en casi 30% con respecto a este año. En 2010, cuando el país logró un crecimiento récord de la economía –15%–, los ingresos impositivos aumentaron 24%. En 2013 será un buen año económico, pero es imposible que el Estado aumente en ese año sus ingresos en 30%.

La suba de gastos, que en su mayor parte son rubros fijos que no pueden manejarse con el Plan Financiero (facultad de Hacienda de reducir gastos según la disponibilidad de recursos), exige contar con 29% más de ingresos tributarios, un nivel inalcanzable

El Ejecutivo, en un escenario óptimo, estima 15,6% más de ingresos tributarios. Los gastos aumentados en la bicameral del Legislativo exigen el doble.

Los ingresos tributarios son estimaciones, mientras que los gastos se transforman en obligaciones. Es como que una familia con el solo hecho de creer que ganará mejor empiece a comprarse un auto, una casa, y así asuma una obligación que es real basándose en un supuesto que no sabe si realmente alcanzará. Esta analogía es similar a la del Estado paraguayo, más aún considerando que la recaudación fiscal depende del comportamiento de la economía, la que a su vez en gran medida depende de las condiciones climáticas.

Autores

ABC Color (Paraguay)