Pasar al contenido principal

ES / EN

La movilidad laboral en Europa: una promesa que no ha funcionado para los españoles
Sábado, Junio 2, 2012 - 12:56

Alemania necesita hasta 200.000 trabajadores inmigrantes al año para mantener su potencial económico, según el Bundesbank, mientras que España tiene la tasa de paro más alta de Europa, más de 24%, o alrededor de 5,6 millones de personas.

Madrid. Después de más de una década trabajando como médicos, Elena Casillas y Esther Perea han vuelto a clase, y no es fácil. Algunos de sus compañeros necesitan diccionarios para redactar frases básicas. Otros necesitan ayuda con el orden de las palabras. Para todos, el mayor desafío es la pronunciación.

"Cuando oí por primera vez el alemán, pensé, 'Dios mío, es horrible'", dice Casillas, de 40 años, una de la docena de médicos seleccionados por un grupo hospitalario alemán privado que ofrece a ambas clases gratuitas en Madrid con la promesa de un trabajo en un hospital alemán si logran empezar de cero.

La clase de Casillas forma parte de una campaña alemana para atraer a trabajadores con experiencia en medicina e ingeniería. Alemania necesita hasta 200.000 trabajadores inmigrantes al año para mantener su potencial económico, según el Bundesbank, mientras que España tiene la tasa de paro más alta de Europa, más de 24%, o alrededor de 5,6 millones de personas.

Dado que la libre circulación de trabajadores es una de las piedras angulares de la Unión Europea, se podría pensar que los parados españoles llenarían las necesidades de Alemania. Unos pocos están dando el salto: en 2011, las llegadas de españoles subieron 52% según datos alemanes. Pero las cifras globales siguen siendo muy pequeñas. Entre 16.000 y 21.000 llegaron a Alemania desde España el año pasado, frente a los más de 100.000 inmigrantes procedentes de Polonia.

"Si se mira la situación económica se podrían esperar más salidas", dijo Thomas Liebig, un experto en migración internacional de la OCDE.

La relativa falta de movilidad laboral de Europa puede atribuirse a obstáculos culturales, así como a empresas cada vez más exigentes y la fuerte competencia de inmigrantes establecidos. Para los españoles, en particular, Europa no está funcionando, y esto pone de relieve una tendencia estructural justo en el momento en el que la región necesita aprovechar al máximo su mercado único de trabajadores.

"Donde los gobiernos son capaces de gestionar las llegadas son cada vez más selectivos", dice John Salt, profesor del University College de Londres, especializado en la migración internacional europea. "Lo que quieren son trabajadores con una alta especialización que puedan iniciar nuevas ideas o tendencias, o llenar ciertos vacíos en capacitaciones".

¿Habla deutsch? Los europeos siempre han tendido a tener menos movilidad que sus colegas estadounidenses. Un trabajador europeo típico tiene aproximadamente la mitad de posibilidades que un estadounidense para desplazarse entre regiones o países: el 18% frente al 32%, según datos europeos de 2005. Sólo 4% de los trabajadores de la UE se mudó a otro país de la UE.

La brecha podría estar estrechándose. En Estados Unidos, los niveles de migración han caído en esta crisis. La Brookings Institution, un think tank con sede en Washington, dice que la movilidad laboral estadounidense se encuentra en su nivel más bajo desde 1948. Además de una simple falta de puestos de trabajo, la gente ha tendido a quedarse donde está porque es más difícil conseguir un préstamo hipotecario, dice William Frey, un miembro de la institución.

En Europa, ha habido un repunte en la disponibilidad de los trabajadores para trasladarse, incluyendo de Grecia a Alemania. Pero las encuestas sugieren que los españoles en general son más reacios que otras nacionalidades a salir de su país de origen: sólo 11% de los españoles dijo a la encuestadora Gallup entre 2009 y 2011 que querían trasladarse al extranjero, por debajo del promedio mundial de la encuesta de 14%.

Casillas está casada con un alemán, pero dice que muchos de sus colegas preferirían irse a Francia o Reino Unido por el idioma. La generación de Casillas y Perea se centró en el inglés y el francés en el colegio, y más del doble de españoles viven en Francia que en Alemania.

Una encuesta de la Unión Europea en 2005 mostró que la mayoría de los españoles no habían aprendido un segundo idioma: incluso los que querían mejorar sus habilidades lingüísticas no elegían el alemán como su primera opción, sino que preferían el inglés y el francés. Después de Francia y Reino Unido, Alemania fue el tercer destino más popular en Europa para los emigrantes españoles en 2011.

"La realidad es que los españoles no somos como los alemanes o los noruegos que hablan perfecto inglés. Nunca hemos puesto mucho énfasis en los idiomas y todos nos asustan", dijo Casillas. "Nuestra idea de Alemania es que son gente seria, muy fría".

"¡Y tienen poco sol!", añadió su amiga.

En un esfuerzo por atraer a los españoles, empresas alemanes se están dirigiendo al mercado laboral para reunir a candidatos. También han dirigido su atención a regiones como Portugal, Italia y Grecia. Un innovador alcalde en Schwaebisch Hall, una pequeña localidad en el suroeste de Alemania, incluso se las arregló para generar 10.000 solicitudes de demandantes de empleo portugueses a través de una campaña en medios de comunicación.

Las empresas que pueden convencer a trabajadores españoles de que den el salto hablan de resultados mixtos. Rücker, una empresa con sede en Wiesbaden que proporciona hardware eléctrico y software para automóviles y aviones, puso un anuncio buscando 500 ingenieros de países del sur de Europa en abril. Ofrecía un curso gratuito de alemán de dos meses, con 1.000 euros para gastos y un sueldo de 3.000 euros al mes durante un período de prueba y un aumento a 3.500 de euros, una vez firmado un contrato fijo.

Las condiciones son atractivas - probablemente alrededor de 30% más que en España, de acuerdo con un ingeniero español. Thomas Aukamm, director general para ventas, marketing y contratación de Rücker, dijo que la empresa recibió 3.500 solicitudes, principalmente de España, después de poner el anuncio allí, además de en Italia y Grecia.

Sin embargo, la burbuja inmobiliaria ahora explotada en España ha dotado a sus ingenieros con habilidades que Alemania no puede utilizar fácilmente. Aukamm dijo que sólo 500 de los demandantes tenían experiencia en oficios mecánicos o aeronáuticos - muchos ingenieros españoles trabajaban en la construcción. Una falta de idiomas podría descartar a otros: "Eso es algo que todavía puede limitar la contratación de personas procedentes de España".

En un mundo donde hay demasiados trabajadores, países y empresas pueden escoger. Alemania, una economía madura con necesidades avanzadas en tecnología, es muy selectiva con los trabajadores que necesita: no es un advenedizo en vías de industrialización que podría acomodar a cualquier número de emprendedores.

Y los trabajadores españoles que piensan en irse al norte tienen competencia, sobre todo de europeos del Este con mucha formación, dice Salt, del Universidad College de Londres. Un cambio en las reglas de inmigración alemanas en 2011 provocó un aumento de 27% en el número de trabajadores polacos a casi 130.000, según la oficina alemana para empleados extranjeros. Por cada español que llegó en busca de trabajo, más de cinco polacos encontraron empleo.

Autores

Reuters