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La OCDE rebaja al 0,3% el crecimiento de Brasil en 2014 y al 1,5% en 2015
Martes, Noviembre 25, 2014 - 07:29

La OCDE subrayó que la subida del PIB será modesto por el escaso margen para las políticas monetarias y fiscales, pero también por una demanda externa débil, bajos niveles de inversión y los "cuellos de botella" de algunas infraestructuras.

París. La OCDE revisó este martes a la baja las proyecciones económicas sobre la economía brasileña tanto para este año, con un crecimiento del 0,3%, como para el próximo, con el 1,5%, para tener en cuenta la recesión en la primera mitad de 2014, de la que espera una recuperación gradual.

En su informe semestral de Perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló que habrá que esperar hasta finales de 2016, un año en el que se espera una progresión de la actividad del 2%, para que Brasil se acerque a su potencial de crecimiento.

En su precedente informe presentado en mayo, había calculado que el producto interior bruto (PIB) de Brasil se incrementaría un 1,8% en 2014 y un 2,2% en 2015, cifras que ya eran inferiores a las avanzadas en noviembre de 2013.

La OCDE, que dedica un capítulo de su informe a Brasil, como a otras grandes economías emergentes, subrayó que la subida del PIB será modesto por el escaso margen para las políticas monetarias y fiscales, pero también por una demanda externa débil, bajos niveles de inversión y los "cuellos de botella" de algunas infraestructuras.

También hizo notar que el deterioro de los intercambios comerciales y la ralentización en la expansión del crédito están pesando negativamente sobre el consumo y la inversión, y que pese a la coyuntura económica poco favorable, las presiones inflacionistas son fuertes.

De hecho, los autores del estudio calculan que la inflación subirá este año a un ritmo medio anual del 6,5% (tras el 6,2%) en 2013, y bajará al 5,4% en 2015 y al 5,1% en 2016.

En ese contexto, consideraron que habrá que continuar con una política monetaria restrictiva el año próximo, y eso pese a la debilidad de la actividad económica.

La OCDE avisó también de un empeoramiento de las condiciones fiscales, que han propiciado un incremento de la deuda pública, hasta el 60% del PIB actualmente.

Por eso, aconseja un endurecimiento de la política fiscal que relajaría las tensiones inflacionistas, y apuesta en particular por el recorte de algunos gastos "cuyos efectos sobre el crecimiento no son claros".

A más largo plazo, apuesta por una regla sobre el gasto que podría ser efectiva para el control del déficit, en particular si se combinara con el fin de la indexación de las prestaciones sociales.

La organización previno de que el déficit por cuenta corriente ahora ya no está cubierto por el flujo de inversiones del exterior, lo que hace más dependiente la economía brasileña de las internas, y por tanto más vulnerable a un posible retorno de turbulencias en el mercado de capitales.

No obstante, puntualizó que sus importantes reservas en divisas podrían actuar como un colchón en caso de esa eventualidad.

Según el conocido como el "Club de los países desarrollados", mejorar el clima de negocios subiría "significativamente" el potencial de crecimiento de Brasil y podría tener efectos inmediatos sobre la confianza.

La economista jefe de la OCDE, Catherine Mann, hizo hincapié en que resolver la incertidumbre política crearía un entorno en el que "las políticas correctas podrían volver a encarrilar la economía".

Autores

EFE