Las proyecciones económicas para la economía chilena el 2011 son inciertas. El próximo año puede ser que la inflación se escape por un exceso de demanda, o que el crecimiento del PIB se frene fuertemente por un estancamiento de la economía internacional. Nuevamente la posibilidad que suceda un evento u otro depende si se cumple o no el fenómeno del “desacoplo” entre las economías emergentes y las desarrolladas. Hasta ahora este fenómeno mundial no se ha presentado en forma estable, ya que a comienzos de 2008 no ocurrió, y numerosas economías emergentes cayeron en recesión un año después.
Sin embargo, durante el año 2010 el escenario fue completamente diferente: la política de exceso de liquidez del mundo desarrollado se filtró hacia las economías emergentes, las que se desacoplaron completamente de las economías desarrolladas y crecieron a fuertes tasas.
¿Qué nos espera el 2011? Las proyecciones del mundo desarrollado para el 2011 son cada vez menos optimistas. Estados Unidos enfrenta una tasa de desempleo que amenaza con tener “histéresis”, es decir, la economía americana está dando signos de haber transitado en forma permanente a niveles de desempleo cada vez más altos, con lo cual se pone en duda una recuperación rápida; más desempleo significa menos consumo de las familias y con eso menos actividad económica. Más pesimista será lo que suceda en Europa y Japón, países en los que las mejores proyecciones indican que estos bloques se mantendrán estancados. Esto sin duda es un equilibrio mundial inestable entre países - recordemos que las economías desarrolladas representan más del 50% del PIB mundial- con lo cual es muy extraño que una parte del mundo siga creciendo a tasas sorprendentemente altas si las economías más importantes siguen estancadas.
Pero si lo ocurrido el 2010 se vuelve a repetir, los dólares llegarán de nuevo y las expectativas continuarán empujando el crecimiento. El escenario esperado será entonces de sobrecalentamiento y por tanto tasas de interés más altas y una caída más agresiva del dólar.
Pero, ¿Es estable este equilibrio? Si el crecimiento sólo está fundamentado en las buenas expectativas de los agentes económicos, la economía se puede desplomar tan rápidamente como ocurrió el 2009. En mi opinión, el gran fundamento de la economía Chilena lo constituye su sector exportador, en cambio un crecimiento basado en el consumo y en las expectativas de un futuro mejor se ve más frágil y riesgoso porque muchas a veces se financia con deuda y burbujas bursátiles.
Independientemente de la materialización de cualesquiera de estos dos escenarios alternativos-acoplo y desacoplo- sabemos que se producirán fuertes cambios distributivos que alterarán completamente la situación de miles de personas en nuestra economía. Es necesario seguir enfatizando en la prudencia de la política monetaria, dejando de lado los aumentos excesivos en la tasa de interés, la posibilidad de implementar controles de capitales y fortalecer el ahorro fiscal. En 2011 las autoridades no sólo se deben fijar la inflación, sino también en la estabilidad en todos sus sentidos (laboral, financiera, productiva, etc.) para evitar más cambios bruscos en la distribución de ingreso entre chilenos.