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Los efectos en la economía uruguaya de las medidas de Brasil, EE.UU. y Argentina
Jueves, Diciembre 17, 2015 - 09:15

En un mismo día, las tres decisiones refuerzan las presiones al alza del tipo de cambio en Uruguay y agregan nuevos fundamentos a la incertidumbre y la volatilidad que han marcado la tónica desde el comienzo del año.

Acostumbrado en los últimos tiempos a recibir noticias negativas del exterior, los mercados y responsables de la política económica de los países relevantes para los intereses locales asestaron ayer un hat-trick en el arco uruguayo. Una segunda calificadora de riesgo retiró ayer a Brasil su grado inversor, lo que podría desatar una fuerte huida de capitales del gigante latinoamericano. A eso se sumó la medida del nuevo gobierno argentino de eliminar el cepo cambiario y dar rienda suelta a una devaluación del tipo de cambio oficial, y la largamente esperada decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de iniciar el proceso gradual de suba de tasas de interés.

En un mismo día, las tres decisiones refuerzan las presiones al alza del tipo de cambio en Uruguay y agregan nuevos fundamentos a la incertidumbre y la volatilidad que han marcado la tónica desde el comienzo del año. Las dificultades de los países vecinos y la desarticulación de la política monetaria expansiva de EE.UU. que inundó de dólares baratos el mundo emergente, han tenido ya consecuencias sobre la economía real uruguaya y los expertos dicen que todavía hay espacio para nuevos impactos.

El segundo golpe. Brasil se ha convertido en un gran dolor de cabeza para la economía uruguaya. Lejos de arrojar calma en el vecino país, la decisión de la calificadora Fitch adoptada ayer de sumarse a Standard & Poor's al retirarle el grado inversor a la deuda brasileña, exacerba los problemas.

Perder el grado inversor a manos de una única calificadora de crédito es una mala noticia, pero el verdadero problema se genera cuando una segunda calificadora le quita su respaldo a la deuda de un país, lo que gatilla la salida de un importante número de fondos de inversión obligados por estatutos a colocarse en destinos donde al menos dos de las tres grandes agencias le den calificaciones aceptables.

El resultado esperado no solo es una salida de capitales de títulos brasileños –lo que implica una caída en los precios de la deuda– sino una mayor presión al alza del dólar en Brasil. Sin ir más lejos, ayer el tipo de cambio en el vecino país llegó a saltar 1,5% luego de conocida la medida, que luego se deshizo por una fuerte intervención de las autoridades en el mercado cambiario.

Mientras que el dólar en el vecino país acumula una suba de 43,5% en el último año, en Uruguay el aumento fue de 22,5%. Eso implicó una fuerte pérdida de competitividad con el segundo socio comercial por exportaciones de bienes, detrás de China.

En concreto, llevó a casi duplicar el número de turistas uruguayos en Brasil en el tercer trimestre del año y redujo el número de brasileños que eligen Uruguay como destino.

El gerente senior del Departamento de Economía de CPA Ferrere, Alfonso Capurro, dijo a El Observador que estaba claro que se iba camino a esta segunda pérdida de grado inversor. "Brasil está cada vez más afuera del club", graficó. Asimismo, alertó acerca del "comportamiento de manada" que pueden tener los fondos de capitales, lo que podría repercutir en Uruguay si deciden retirarse de la región como coletazo de la situación brasileña, con un consecuente aumento de los costos de financiamiento soberano.

Adiós al cepo. Desde Argentina, la noticia fue el levantamiento del cepo cambiario. A partir de hoy desaparecen los mercados paralelos. Los argentinos que quieran dólares, podrán adquirirlos libremente a través de una institución bancaria o una casa de cambios. El ministro de Economía del vecino país, Alfonso Prat-Gay, dijo que la referencia hoy en día es el dólar contado con liquidación, a 14,25 pesos argentinos por dólares, pero que el nuevo esquema será de "flotación sucia" –similar al uruguayo– con lo cual el mercado pujará por el precio con la intervención del gobierno para evitar cimbronazos.

Si bien existen dudas acerca del valor final que alcanzará el tipo de cambio oficial en el vecino país, los analistas coinciden en que estará muy por encima de los 9,78 pesos argentinos a los que cerró ayer. De alcanzar el valor actual del tipo de cambio paralelo, implicaría una suba del dólar de 46% en el vecino país, con efectos negativos sobre la economía local.

Para el economista Aldo Lema, socio director de de Vixion Consultores, esto abre un panorama "muy complejo". En el corto plazo, las medidas argentinas tendrán un impacto negativo sobre algunos sectores de actividad de este lado del Río de la Plata, sostuvo, entre los que mencionó las exportaciones de bienes, la inversión inmobiliaria y agropecuaria, y a los sustituidores de importaciones.

Sobre ese último punto, los analistas consultados por El Observador hicieron especial hincapié. Hoy los exportadores argentinos reciben un tipo de cambio oficial por los dólares que ingresan al vecino país. Eso llevará a un abaratamiento de la producción que competirá con renovada fuerza contra los productos uruguayos, en particular en el mercado de los alimentos.

Sobre el impacto en el turismo, la opinión es menos unánime. Lema se mostró más optimista acerca de cómo pegará en el turismo, y dijo que "el impacto será menor al que se pensaba hace unos meses", producto de la mejora de las expectativas de los argentinos. Añadió que más turistas llegarán al país desde la vecina orilla que el verano pasado, pese a que su gasto per cápita podrá descender.

En líneas similares, Capurro dijo que el nuevo escenario de flotación cambiaria y la fuerte devaluación del tipo de cambio oficial consolidan un rezago cambiario con el país vecino. Respecto a los efectos sobre el turismo, dijo que si bien "no es algo bueno, tampoco es dramático".

De todas maneras, los analistas locales coinciden en que parte de ese efecto negativo podrá ser compensado por el levantamiento de las trabas no arancelarias anunciado por el gobierno de Mauricio Macri y la liberación de otras restricciones al intercambio con Uruguay.

La primera subida. Confirmando las expectativas de la amplia mayoría de los analistas del mercado, la Reserva Federal de Estados Unidos decidió ayer iniciar la suba las tasas de interés de referencia. Si bien la suba de 0,25 puntos porcentuales a entre 0,25% y 0,5% del objetivo de tasa media de mercado representa un incremento marginal y en línea con lo esperado, se trata del puntapié inicial a una serie de ajustes consecutivos que buscan normalizar las condiciones de liquidez de la principal moneda en el mundo.

De las tres medidas anunciadas ayer, esta es la que tendrá un efecto más tenue sobre la economía uruguaya, coinciden los expertos. Para Lema, el anuncio confirmó que la suba de tasas se dará de manera gradual, y que recién alcanzarán el 3,5% para 2018. "El impacto de eso parece estar bastante internalizado", indicó.

Pero el resultado de estas medidas es una confirmación del proceso de fortalecimiento de la moneda estadounidense que tiene como contraparte el debilitamiento de las monedas emergentes.

Juan José Varela, country manager del corredor de bolsa Puente, dijo a El Observador que la decisión de la Fed marca la"contundencia" en el crecimiento de EEUU y abre la puerta para que la tendencia de fortalecimiento del dólar a nivel mundial siga su curso, fenómeno que será más agudo en el caso de las monedas emergentes.

En momentos en que la inflación en Uruguay, bordeando el 10%, pone obstáculos a la suba del dólar en la plaza local debido a las prioridades elegidas por el equipo económico, la dificultad en dar continuidad al proceso de apreciación del billete verde a nivel local pone en riesgo una mayor pérdida de competitividad respecto a los principales socios comerciales del país.

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OBSERVA.COM