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Más de un billón de dólares está en riesgo si la volatilidad en los mercados no amaina
Viernes, Febrero 9, 2018 - 14:45

Las acciones en Wall Street perdieron casi un 8% en tres días hasta el martes debido a que un alza de las lecturas implícitas de volatilidad llevó a los inversores a desprenderse de ellas por crecientes temores a que se recaliente la economía, la inflación y un aumento del costo del crédito.

Londres/Nueva York.  Tras una semana de turbulencia despiadada, los inversores están preocupados respecto a si una nueva ráfaga de volatilidad extrema podría desembocar eventualmente en una segunda ola de ventas, en momentos en que estrategias de inversión populares durante años parecen llegar a su fin.

Las acciones en Wall Street perdieron casi un 8% en tres días hasta el martes debido a que un alza de las lecturas implícitas de volatilidad llevó a los inversores a desprenderse de ellas por crecientes temores a que se recaliente la economía, la inflación y un aumento del costo del crédito.

El epicentro de la corriente vendedora estuvo en el mundo altamente apalancado de los fondos negociados en bolsa y productos relacionados, donde los inversores habían apostado con éxito durante años a que la volatilidad del mercado permanecería extraordinariamente baja.

Los productos complejos dependen de estar “cortos” en los futuros de volatilidad, como el índice Vix de CBOE de volatilidad implícita de un mes. Es decir, apostar a una volatilidad baja.

Pero cuando el Vix se disparó a lo largo de dos turbulentas sesiones estas operaciones casi desaparecieron, gatillando sus reversiones, un repunte adicional de la volatilidad y luego una de las mayores caídas diarias en años de las acciones en Estados Unidos y el mundo.

Si bien la caída fue violenta, fue extremadamente rápida y los mercados bursátiles llegaron a rebotar más de 5 por ciento desde los mínimos del martes.

No obstante, los indicadores volatilidad siguen siendo dos veces mayores que el promedio del año pasado. Si no bajan pronto, analistas temen que haya otra oleada de ventas en los mercados en las próximas semanas.

Las estrategias altamente apalancadas de búsqueda de rendimientos en bonos de alto rendimiento o en monedas relacionadas con materias primas, que brotaron como hongos luego de la crisis financiera mundial de 2008, probablemente se vean presionadas cuanto más tiempo la volatilidad se mantenga alta.

“Si el vol (la volatilidad implícita) se mantiene entre 20 y 30 durante un período largo, algunas de las estrategias focalizadas en la volatilidad existente tendrían que reducir el riesgo”, dijo Vineer Bhansali, director de inversiones de LongTail Alpha, un asesor de inversiones con sede en California que usa estrategias de riesgo con opciones y otros derivados.

“Pero el camino a ese punto es probable que sea algo desordenado”, añadió.

Si bien los mercados se han concentrado en instrumentos apalancados negociables en bolsa como guía de cuán grandes son estas apuestas -estrategas de Morgan Stanley estiman que estos productos perdieron unos 3.400 millones de dólares durante las caídas-, los inversores creen que la magnitud pueda ser mucho mayor.

En el auge de su popularidad el mes pasado, los papeles “VIX inversos” de Credit Suisse, un producto de cotización pública que sigue el VIX, tenían activos por valor de 1.800 millones de dólares, según datos de Thomson Reuters.

Pero gracias a años de volatilidad en general baja, en parte debido al dinero barato y a las políticas de compra de bonos que siguieron los principales bancos centrales del mundo, los inversores han colocado miles de millones de dólares en las llamadas “carry trade”, operaciones que a menudo dependen de que la calma financiera dure largos períodos.

Apuestas largas. El “carry trade” generalmente implica pedir prestado en monedas con tasas de interés cercanas a cero para invertir en bonos y pagarés de alto rendimiento en mercados emergentes o empresas con nota especulativa, y rezar para que no haya un alza repentina del tipo de cambio que borre las ganancias acumuladas.

El riesgo cambiario aumenta cuanto más se mantienen altas las medidas de volatilidad financiera.

Es difícil estimar la cantidad de dinero que está invertido en esas estrategias por una falta de transparencia generalizada, pero hay algunas cifras gruesas.

Una publicación de noviembre de Bhansali y Lawrence Harris, profesor de USC Marshall School of Business, calculó que el total de activos gestionados con estrategias contingentes de volatilidad es de aproximadamente US$1,5 billones, incluyendo vendedores de volatilidad implícita como fondos de paridad de riesgo, fondos focalizados en volatilidad, fondos de prima de riesgo y seguidores de tendencias.

El fondo de cobertura AQR un dijo que sólo las llamadas “estrategias de paridad de riesgo” tienen alrededor de US$70.000 millones en acciones globales.

    La estrategia de vender volatilidad y comprar activos riesgosos ha demostrado ser tremendamente rentable en los últimos años.

El VIX ha bajado desde principios de 2016, manteniéndose en niveles deprimidos por debajo de su promedio de 20 años durante casi dos años, con apenas un puñado de repuntes en la última década.

     Sin embargo, el breve repunte de esta semana por encima de 50 y su posterior retroceso parcial a cerca de 30 -duplicando con creces su rango de movimiento el año pasado- ha puesto la atención en las estrategias basadas en la volatilidad.

     “No solo esperamos que la volatilidad aumente en 2018, sino que instamos a los inversores a ser cautos frente a apalancar demasiado sus posiciones”, dijo Eoin Murray, jefe de inversiones en Hermes Investment Management, que gestiona 31.000 millones de libras en activos.

“Además, anticipamos que los mercados retendrán los efectos de los golpes de volatilidad más profundamente en su conciencia colectiva”, agregó.

Autores

Reuters