"La actividad empresarial se ha desacelerado y la confianza ha disminuido (...) pero no hemos caído en recesión todavía", comentó Michelle Meyer, economista de Bank of America Merrill Lynch en Nueva York. "La Fed todavía puede aplicar algún alivio adicional", agregó.
Washington. Las solicitudes de subsidio de desempleo en Estados Unidos aumentaron inesperadamente la semana pasada y la actividad fabril al norte de la costa este del país y en el estado de Nueva York se contrajo a inicios de este mes, apoyando la visión de que la Fed tomaría nuevas medidas para impulsar el crecimiento.
Sin embargo, la producción industrial subió levemente el agosto y los precios al consumidor se elevaron más de lo previsto, factores que podrían representar un freno para las autoridades monetarias del país a la hora de tomar medidas agresivas para estimular a la economía.
"La actividad empresarial se ha desacelerado y la confianza ha disminuido (...) pero no hemos caído en recesión todavía", comentó Michelle Meyer, economista de Bank of America Merrill Lynch en Nueva York. "La Fed todavía puede aplicar algún alivio adicional", agregó.
El número de estadounidenses que pidió subsidio de desempleo por primera vez subió sorpresivamente a 428.000 en la semana terminada el 10 de septiembre, dijo el jueves el Departamento de Trabajo.
Este fue el segundo incremento semanal consecutivo en los pedidos de beneficios y llevó esta cifra a su máximo nivel desde la semana concluida el 25 de junio. Los analistas de Wall Street esperaban una modesta baja.
Pese al dato, las acciones de Estados Unidos subieron y los precios de la deuda cayeron tras un a plan ofrecido por bancos centrales globales con el fin de reintroducir liquidez en dólares al ajustado sistema financiero europeo.
Peter Kenny, director gerente de Knight Capital en Jersey City, Nueva Jersey, dijo que buena parte de los datos fue mala pero no "apocalíptica". Otros analistas concordaron.
El Banco de la Reserva Federal de Filadelfia dijo que su indicador de actividad empresarial se ubicó en -17,5 en septiembre, una mejora desde agosto pero aún apuntando a una contracción por segundo mes seguido.
La Fed de Nueva York, en tanto, informó que su indicador de manufactura del estado de Nueva York cayó a -8,82 en septiembre, su menor nivel desde noviembre. Este fue el cuarto mes consecutivo en que el índice apunta a la contracción sectorial.
Fed al rescate. Las cifras del jueves podrían entregar una mayor sensación de urgencia para el presidente de la Fed, Ben Bernanke, y sus colegas, que planean tomarse un día más en su reunión de política monetaria de la próxima semana para evaluar sus opciones.
Varios economistas esperan que el banco central dé a conocer nuevas medidas que impulsen el crecimiento cuando el encuentro concluya el martes.
Pese a las sombrías perspectivas de que la tasa de desempleo nacional, que se sitúa en un 9,1 por ciento, se reduzca pronto, muchos observadores de la Fed prevén una medida relativamente modesta para tratar de bajar las tasas de interés de largo plazo sin aumentar la impresión de dólares.
La lectura inesperadamente alta de inflación podría echar carbón a la hoguera para el complicado debate al interior del banco central.
El Departamento de Trabajo dijo en otro informe que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) se elevó un 0,4% el mes pasado, tras un 0,5% en julio. La cifra fue más elevada que lo previsto por los analistas, con los precios de los alimentos registrando su mayor alza desde marzo.
"Esto hará más difícil para la Fed hablar de tasas más bajas, incluso si la economía lo necesitara", dijo Subodh Kumar, jefe de estrategia de inversión de Subodh Kumar & Associates en Toronto.
Ahora los analistas ven la probabilidad de una nueva recesión en Estados Unidos en una proporción de casi una de tres, tras recientes reportes que mostraron que la economía no creó empleos en agosto y que se desplomó la confianza del consumidor. El gasto del consumidor se redujo a la mitad en agosto.
El índice subyacente de precios al consumidor -que excluye los volátiles costos de los alimentos y la energía- subió un 0,2% el mes pasado, en línea con las expectativas y lo mismo que en julio.
Debido al limitado poder de los productores para fijar precios a medida que los consumidores lidian con una tasa de desempleo del 9,1%, la inflación no es considerada actualmente como una amenaza para la economía, que apenas creció en la primera mitad del año.
El índice subyacente fue contenido por los costos de los autos nuevos, que se mantuvieron sin cambios por segundo mes consecutivo. Los precios de los autos nuevos subieron relativamente fuerte en mayo, tras el terremoto de marzo en Japón que interrumpió las cadenas globales de abastecimiento.
En su informe sobre producción en las minas, fábricas y empresas eléctricas del país, la Fed dijo que la producción manufacturera subió un 0,5% en agosto y la fabricación de autos repuntó. La producción de las eléctricas cayó un 3%, ya que el clima de agosto fue más frío tras un caluroso julio. La actividad minera se incrementó un 1,2%.
