La razón de esta caída consiste en que estos dos últimos países habrán tenido una tasa de crecimiento del producto por habitante de 3,3% y 1,2% promedio anual, respectivamente, entre 2012 y 2018, en contraste con México, cuyo PIB per cápita habrá crecido 1% promedio cada año.
El Producto Interno Bruto por habitante en México cerrará 2018 en US$20.000 anuales cuando se ajusta por tipo de cambio e inflación.
Esto ubicará al país en la posición 70 entre 193 países, de acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este resultado implicará una caída de dos lugares respecto a la posición que tenía el país en 2012, y las naciones que superarán a México habrán sido Bulgaria y Líbano.
La razón de esta caída consiste en que estos dos últimos países habrán tenido una tasa de crecimiento del producto por habitante de 3,3% y 1,2% promedio anual, respectivamente, entre 2012 y 2018, en contraste con México, cuyo PIB per cápita habrá crecido 1% promedio cada año.
El retroceso en bienestar relativo se presentará pese a que en términos del PIB total, el crecimiento promedio en el sexenio será de 2,1%, lo que le permitirá a México ganar una posición entre 2012 y 2018, al pasar del lugar 12 al lugar 11, superando con ello a Italia.
Cabe mencionar que el crecimiento per cápita de México de 1.0% promedio anual en el sexenio, si bien será superior al 0.8% promedio registrado en el sexenio previo, será inferior al observado durante los gobiernos de Fox (1,1%), y de Zedillo y Salinas (1.9% cada uno), de acuerdo con el FMI.
Factores estructurales. Marcelo Delajara, director del programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), explicó en entrevista que que las reformas estructurales aprobadas en este sexenio no hayan podido dar al menos un impulso adicional al crecimiento.
El crecimiento per cápita es prácticamente el mismo que tenemos desde hace 25 años. Las reformas se han visto limitadas por factores estructurales como fallas de productividad relacionadas con la infraestructura y con las habilidades de la fuerza laboral”, describió.
Delajara explicó que en lo que respecta al sexenio, un factor que limitó el crecimiento fue la caída de la inversión pública.
Después de tantos años de caída de esta inversión, sin duda el crecimiento se tiene que haber resentido. Cuando quieres poner a las economías en una senda de crecimiento sostenida, es crucial la inversión en infraestructura y en instituciones que acompañen mucho más al sector privado en generar ganancias en productividad”, comentó.
Enfatizó sobre la necesidad de reducir de manera estructural la informalidad, puesto que con ello “vendrá un mayor acceso a financiamiento de largo plazo, a tecnología, y a mayor calidad de la mano de obra, y con ello mayores ganancias en productividad, condición necesaria para que la economía crezca más”.
Estado de derecho. Valeria Moy, directora general de México ¿cómo vamos? señaló que lo que limita el crecimiento por habitante en México es la debilidad del estado de derecho, puesto que “casi todos los estudios globales señalan que la corrupción es el principal limitante para casi todo”.
Explicó que, precisamente las industrias que más han crecido en los últimos 20 años, son las que están vinculadas al Tratado de Libre Comercio (TLCAN).
Esto ha sido así porque estas industrias tienen un marco legal separadas de las del resto del país. Tienen reglas del juego claras, y es por eso que es muy importante reforzar la seguridad jurídica para proteger las inversiones”.
Añadió que reforzar el sistema legal y la lucha anticorrupción no sólo va a mejorar cuestiones económicas sino también de ciudadanía.
Cuando hay compromiso con la legalidad, cambian la percepción y la cohesión social. Mejora el ánimo de la población, y eso cambia las expectativas, y a la vez esto cambia la conducta de todos los agentes. Por eso es crucial reducir la corrupción”, afirmó categórico.
Puntualizó que para mejorar el Estado de derecho, urge echar a andar en serio el Sistema Nacional Anticorrupción –que está detenido porque todavía no ha sido nombrado el fiscal que se encargará de luchar contra ese flagelo– y hacer un proceso de simplificación de trámites que mejoren el ambiente de negocios, puesto que con ello “no sólo reduces la corrupción, sino también mejoras el ambiente para que aumente la productividad”, afirmó la especialista.
