De acuerdo con los expertos, la recaudación mexicana apenas se ubica arriba de la que levantan Panamá, Perú, Venezuela, República Dominicana y Guatemala.
México se mantiene entre los seis países con menos ingresos tributarios totales de América Latina y el Caribe, equivalente a 17.4% del PIB, consignan estadísticas de la OCDE, CEPAL, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro Interamericano de Administración Tributaria (CIAT).
Esta recaudación incorpora el incremento de 2.3 puntos del PIB que logró México con la aplicación de la reforma de 2013.
De acuerdo con los expertos, la recaudación mexicana apenas se ubica arriba de la que levantan Panamá (16.6% de su Producto); Perú (16.1% del PIB); Venezuela (14.4% del Producto); República Dominicana (13.7% del PIB) y Guatemala (12.6% PIB).
Se mantiene lejos de los ingresos tributarios promedio de América Latina y el Caribe, que es de 22.7% del Producto; compara mucho más bajo de la que levantan en promedio los países de la OCDE, que es equivalente al 34.2% del PIB y no es ni la mitad de la que recaudan los líderes regionales, que son Cuba, con un ingreso tributario total de 41.7% del Producto); Barbados (32.2%) y Brasil (32.2%).
Al interior del reporte Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe, en el Seminario de Política Fiscal de la CEPAL, hacen una radiografía de la situación tributaria regional y evidencian que el 29.3% del recaudo total de América Latina es el IVA.
Sin embargo, la proporción del ingreso tributario por el impuesto al consumo por excelencia varía entre países; de manera que en Venezuela representa 55.8% del total; en Cuba no existe este impuesto y para México representa casi el 25% de la recaudación total.
Esta baja recaudación del IVA que logra México, “resulta de las exenciones; la aplicación de una tasa cero a un gran número de bienes y servicios; una tasa reducida del 16% en zonas fronterizas y también un bajo nivel de cumplimiento”.
Estas singularidades del cobro del IVA en México, acota la CEPAL, generan pérdidas en la recaudación total de entre 1.1 y 2.5% del PIB.
Impuestos a bebidas azucaradas. En el informe, destaca México como uno de los pioneros en la aplicación de un impuesto sobre bebidas azucaradas y un impuesto ad valorem a los alimentos no esenciales de alto contenido calórico, como bocadillos, postres y chocolate entre otros.
Actualmente, este gravamen es aplicado en Portugal, Noruega, Reino Unido, Bélgica, Chile, Cataluña (España); Kerala (india) y en las ciudades estadounidenses: Filadelfia, Berkeley; Oakland; Boulder; Albany, Chicago y Seattle.
En el informe, adjudican a la CEPAL la declaración de que este impuesto selectivo al consumo favoreció a incrementar el espacio fiscal y citó un trabajo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para evidenciar que ha arrojado “resultados satisfactorios en términos de recaudación fiscal, una reducción de la demanda y de las consecuencias negativas asociadas en el consumo de bebidas azucaradas y un mayor consumo de agua potable en las escuelas y lugares públicos”.
Potencial redistributivo del ISR. De acuerdo con el análisis, el ISR tiene un alto poder redistributivo y destacan a México, entre los siete países de la región que lograron “importantes avances con cambios en el gravamen”.
Junto con México, destacan los casos de Argentina, Brasil, Chile, El Salvador; República Dominicana y Uruguay.
Destacan la reforma mexicana que, según ellos, tuvo por objetivos “enfrentar desafíos redistributivos en un contexto de precios bajos de las exportaciones de materias primas”.
Ilustran que en el caso mexicano “se reemplazaron el impuesto sobre la renta de las empresas y el impuesto a los depósitos en efectivo por un impuesto sobre la reforma empresarial modificado, que incluyó la carga tributaria de los dos impuestos eliminados”.
Se puso un límite anual a las deducciones personales y se modificó la estructura de las tasas del impuesto aumentando los tramos de altos ingresos.
Recaudación, afectada por dinámica económica. Entre 2015 y 2016, la recaudación tributaria como proporción del PIB en América Latina y el Caribe, disminuyó 0.3 puntos porcentuales, para representar 22.7% del Producto. En contraste, en el mismo periodo, aumento en 0.3 puntos en los países de la OCDE.
El comportamiento de América Latina refleja el entorno económico de desaceleración en la región, consignaron
Entre 1990 y 2016, los ingresos tributarios aumentaron continuamente pasando de 16% a 22.7%; siendo los principales motores del aumento el IVA; los Impuestos sobre la renta y utilidades.
En los países de la región, los ingresos del IV aumentaron 3.8 puntos porcentuales en los 16 años citados, lo que les permitió alcanzar un nivel similar al promedio de la OCDE (6.3% y 6.7% respectivamente)
Mientras los del ISR aumentaron 2.2% en el mismo lapso, impulsados por los precios de los commodities.
El IVA representa el 29.3% de los ingresos tributarios totales y es la mayor fuente de ingresos en promedio; seguido por los ingresos provenientes de los impuestos a la renta, utilidades y ganancias (27.3%) y de otros impuestos sobre bienes y servicios (21.1%).
El reporte Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe, fue elaborado conjuntamente por el Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE; el Centro de Desarrollo también de la OCDE; la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL); el Centro Interamericano de Administración Tributaria (CIAT) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
El informe, cuenta con datos detallados comparables a escala internacional sobre los ingresos tributarios de 25 economías latinoamericanas y caribeñas, donde dos son miembros de la OCDE: México y Chile.
