"Creo que el consumo de las familias fue débil, fundamentalmente por causa de la inflación", dijo le titular de Hacienda, Guido Mantega.

Sao Paulo. El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, admitió que la elevada inflación pesó en el flojo desempeño de la economía del país en los primeros tres meses de este año, en los que creció un escaso 0,2% frente al trimestre anterior.

"Creo que el consumo de las familias fue débil, fundamentalmente por causa de la inflación", dijo Mantega en una rueda de prensa en la que comentó el resultado del primer trimestre, difundido hoy por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

El ministro también atribuyó la baja expansión a la coyuntura internacional, que en su opinión mostró un "escenario desfavorable" en el primer trimestre del año, sobre todo por la "lentitud" de la recuperación en Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

La inflación ha sido uno de los dolores de cabeza del gobierno brasileño en lo que va de 2014 y, según datos oficiales, llegó en el primer cuatrimestre al 2,86%, frente al 2,50% del mismo período de 2013, lo cual empujó el índice interanual hasta el 6,28%.

A pesar de la preocupación que existe con la inflación, Mantega garantizó que el ritmo de la subida de los precios se reducirá en los próximos meses, con lo cual sostuvo que "se les devolverá poder adquisitivo a las familias".

El ministro también reconoció que, actualmente, el crédito en Brasil está "escaso y caro", con unas tasas de interés de referencia situadas en un 11 %, un nivel que ha sido elevado gradualmente a fin de contener la inflación.

No obstante, aseguró que la reducción de la inflación que el Gobierno espera para el resto del año llevará a elevar el consumo y también a un aumento de las inversiones.

Asimismo, remarcó que el Mundial de fútbol, que se celebrará en el país a partir del próximo 12 de junio, ayudará a recuperar los niveles de actividad en el comercio y el sector de servicios.