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Moody’s: para recuperar su potencial, América Latina requerirá de reformas en 2013
Miércoles, Diciembre 12, 2012 - 17:02

La saludable desaceleración de 2012 ha permitido a la región reducir el riesgo de sobrecalentamiento y la generación de desequilibrios, dice Alfredo Coutiño director de la entidad para la región, en exclusiva para AméricaEconomía.com

De acuerdo con el último informe de Moody’s Analytics sobre las proyecciones y perspectivas para América Latina en 2013, y al que tuvo acceso en exclusiva AméricaEconomia.com, los augurios son positivos.

La región ha recuperado ya la capacidad productiva perdida durante la recesión de 2009 y avanzará de acuerdo a su tasa potencial en 2013, señalan Alfredo Coutiño, Juán Pablo Fuentes y Marycruz de León autores del informe.

La saludable desaceleración de 2012 ha permitido a la región reducir el riesgo de sobrecalentamiento y la generación de desequilibrios. La demanda interna sigue siendo el principal motor del crecimiento, parcialmente compensando el impacto de la debilidad externa. El limitado espacio fiscal impone restricciones al uso de medidas contracíclicas como en el
pasado.

"Dada la lentitud en la recuperación global y la reducida flexibilidad de política, la región
debería concentrarse en profundizar las reformas estructurales para reforzar sus fuentes de crecimiento permanente" dice el economista.

Recuperando el potencial perdido. Después de desacelerarse por segundo año consecutivo, América
Latina empezó a mostrar recuperación del crecimiento hacia finales de 2012, principalmente como resultado de la incipiente mejoría de Brasil después de un periodo de estancamiento. El crecimiento de la región promedió alrededor de 3,2% en 2012, después de situarse en 4,3% en 2011 y 6% en 2010. "América Latina regresará a un crecimiento consistente con su capacidad potencial en 2013, para continuar ocupando el segundo lugar en el crecimiento mundial, después de Asia", indican los autores.

2109La mayoría de las economías reportaron un menor crecimiento en 2012, excepto Venezuela que se
benefició de los favorables precios del petróleo y del impulso en el gasto electoral. Chile reportó un menor crecimiento anual, aunque la economía se reaceleró a tasas superiores a su tendencia de largo plazo debido a las condiciones monetarias expansivas. El crecimiento en Perú se estabilizó alrededor de su tasa de crecimiento estable, al igual que Colombia.

Mientras tanto, la economía mexicana entró en un proceso de desaceleración durante la segunda mitad del año, principalmente como resultado de los efectos contraccionarios de la fase postelectoral del ciclo político. El lastre importante para la región fue Brasil, con una economía no sólo en desaceleración profunda sino incluso con síntomas de estancamiento durante la primera mitad del año.

Los errores de política, la desalineación cambiaria y la falta de cambios estructurales han puesto a la economía brasileña en niveles pobres de desempeño. De aquí que Brasil se haya convertido en el principal contribuyente de la desaceleración en América Latina a lo largo de los últimos dos años.

2106La desaceleración económica tiene su lado positivo, ya que la región tiene la oportunidad de ajustar y corregir los desequilibrios incipientes generados tanto por el repunte posterior a la recesión como por la prolongada expansión impulsada por
las políticas de estímulo. A pesar de ciertos ajustes fiscales, las cuentas gubernamentales siguen siendo flexibles gracias a que los ingresos por materias primas siguen siendo favorables. Asimismo, las políticas monetarias siguen siendo expansivas en toda la región, aunque las condiciones se han acercado a la neutralidad. Como resultado, algunas economías han funcionado a su capacidad, algunas por sobre su nivel potencial y, sólo Brasil y Argentina han funcionado a niveles inferiores a su tendencia. El exceso de demanda generado por las
políticas flexibles ha impuesto presiones sobre las importaciones y los precios en las economías que están creciendo a un ritmo mayor al potencial, como es el caso de Chile, Perú y México hasta cierto punto.

2107Después de sufrir cierta pérdida de capacidad productiva como resultado de la recesión global de 2009, América Latina ya recuperó su potencial de crecimiento que tenía previo a la crisis. La región perdió inversiones por cerca de 2,5 puntos porcentuales del PIB, haciendo caer al coeficiente de inversión a producto hasta un 21% en 2009.

Gracias a algunas reformas, a la disciplina económica y, a los aún favorables ingresos por materias primas, los gobiernos han generado cierto poder contracíclico por medio de ahorros públicos y recuperado la capacidad perdida durante la recesión. Para 2011, la región ya había recuperado el nivel de inversión a producto que existía en 2008. En 2012, el coeficiente de
inversión se mantuvo cerca de 23,5%, similar al nivel previo a la contracción de 2009. Debido a esto, América Latina se encuentra en posición de crecer de acuerdo a su capacidad potencial, por lo que se espera un avance de 4% para 2013, bajo el supuesto de que no se registre mayor deterioro en la economía global. América del Sur seguirá siendo la locomotora, con un crecimiento de alrededor de 5%, con Perú a la cabeza y seguido por Brasil, Colombia y Chile,
mientras que México, Venezuela y Argentina registrarán un crecimiento inferior a 4%.


Perspectivas económicas.
Argentina. El país seguirá enfrentando dificultades en 2013, aunque el crecimiento será mayor que en 2012. El gobierno aumentó los controles y las regulaciones en 2012, con éxito temporal en materia de reducción de la salida de capitales, pero generó mayor incertidumbre entre consumidores y empresas. La inflación, estimada por fuentes privadas locales, se encuentra en cerca de 25%. El gasto del gobierno se ha desacelerado de forma modesta y seguirá siendo el principal impulso del crecimiento en 2013, a pesar de la acelerada ampliación del déficit
fiscal. Sin acceso a los mercados internacionales, el gobierno ha recurrido al banco central para financiarse. Los precios de los granos seguirán altos desde una perspectiva histórica, dando un alivio limitado al gobierno. La economía crecerá 3,4% en 2013, luego de un
crecimiento estimado de 2,3% para 2012.

Brasil. La economía mostró señales de una recuperación incipiente a finales de 2012, impulsada por las medidas de estímulo gubernamental.

La recuperación se fortalecerá en 2013 como resultado de la aceleración en la inversión para
terminar las obras de infraestructura para la Copa Mundial de 2014 y de las medidas de estímulo fiscal y monetario vigentes. La economía tendrá la fortaleza necesaria para seguir avanzando y generar un mayor crecimiento en 2013, de alrededor de 4,6% después de un magro 1,5% en 2012.

Debido a que la economía superará su tasa natural de crecimiento, se producirán presiones inflacionarias que ocasionarán la normalización de las condiciones monetarias hacia el final del año.

Chile. Luego de crecer a mayor ritmo que el potencial en 2012, la economía se moderará en 2013
como resultado de los ajustes de política. Las autoridades necesitarán normalizar las condiciones monetarias antes de que el exceso de demanda amenace la estabilidad macroeconómica del país. El PIB se moderará a 4,6% en 2013, después de crecer a más de 5% en 2012. A fin de regresar a la economía a una trayectoria estable, la tasa de interés de referencia tendrá que moverse por lo menos al nivel neutral. Los precios sufrirán presiones de demanda, pero la
inflación permanecerá dentro del intervalo objetivo. La moderación del crecimiento será saludable, pues vendrá como resultado de ajustes de política en lugar de ser consecuencia
de un sobrecalentamiento.

Colombia. La economía seguirá creciendo cerca de su nivel potencial en 2013, impulsada por una sólida demanda interna y los favorables términos de intercambio. El auge en la minería y la energía sigue impulsando la inversión y el consumo. La apreciación de la divisa y la debilidad del entorno externo han pesado sobre la economía, obligando al banco central a reducir la tasa de interés de política en un esfuerzo por evitar una mayor desaceleración. Con la inflación bajo control, el banco central tiene un margen amplio para relajar la política en 2013 si lo considera necesario. Las menores tasas de interés y la política fiscal aún expansiva estimularán la demanda interna en 2013. La economía crecerá 4,7% en 2013, ligeramente más que el estimado de 4,5% para
2012.

México. La desaceleración iniciada a finales de 2012 se extenderá durante la primera mitad de 2013, dado que la llegada de un nuevo gobierno normalmente genera retrasos en la ejecución del presupuesto federal y en las decisiones de inversión del sector privado. Así, se prevé que la
economía sólo crecerá 3,5% en 2013, después de un 3,8% en 2012. La inflación está inmersa en su propia inercia alimentada por factores monetarios. Dadas las perspectivas de realineación de precios con el nuevo gobierno, la probabilidad de observar una mayor inflación va en aumento, así como la posibilidad de restricción monetaria durante el 2013, lo que también contribuiría a la desaceleración económica. El potencial de nuevas reformas podría contribuir a un mayor crecimiento en 2013.

Perú. La economía mostró uno de los mejores desempeños en América Latina, gracias al auge minero y a la solidez de los fundamentos macroeconómicos. El crecimiento perdió aceleración a principios de 2012, pero el estímulo fiscal aplicado con oportunidad y las bajas tasas de interés motivaron un acelerado repunte en la demanda interna, compensando el impacto negativo de
la debilitada economía mundial. Las políticas fiscal y monetaria seguirán siendo acomodaticias en 2013, con la economía reportando un sólido crecimiento de 5,8%, después de un estimado de 6,3% en 2012. La inflación ha perdido aceleración gracias a la disminución en los precios de
alimentos y energía, por lo que terminará 2012 dentro del intervalo objetivo de 1% y 3% y seguirá dentro del intervalo en 2013, a pesar de las incipientes presiones de
demanda.

Uruguay. La economía crecerá cerca de su capacidad productiva en 2013, aproximadamente 4%
después de ubicarse en 5,7% el año anterior. El consumo privado seguirá siendo el principal motor del crecimiento a medida que los bajos niveles de desempleo y el ingreso creciente impulsan el gasto en consumo. El crecimiento de Uruguay también podría verse impulsado por una mayor recuperación en Brasil. Sin embargo, la inflación representa un gran riesgo en el pronóstico para 2013. Se espera que el crecimiento de los precios termine 2012 en cerca de 9%, nivel muy superior al objetivo de 6% del banco central. A pesar de que el gobierno ajustó su política monetaria, para cumplir su objetivo inflacionario deberá atender la naturaleza estructural de la inflación en el país, garantizando que el crecimiento de los salarios sea equivalente al crecimiento de la productividad.

Venezuela. Después de las elecciones de octubre pasado, el gasto de gobierno ha disminuido considerablemente con consecuencias sobre la economía. Incluso aún con los altos precios del petróleo será difícil sostener a la economía sin ayuda dentro de los próximos trimestres. El déficit fiscal del gobierno alcanzó niveles dificles de manejar en 2012, por lo que llevarán a recortes drásticos en 2013. Como resultado, el crecimiento pasará de un 5,1% en 2012 a 1,1% en 2013. Cualquier disminución sostenida en los precios del petróleo llevarían a la economía a una recesión en 2013. La expectativa de una devaluación cambiaria en 2013, los recortes de gasto del gobierno y, los aumentos en impuestos afectarán al consumo privado de manera considerable. Mientras tanto, la inflación se acelerará notablemente en 2013, después de un descenso temporal en 2012. La tasa de inflación anual superará la marca de 30% para la segunda mitad de 2013.

2108

Desafíos. La región ha continuado ahorrando, pero también ha utilizado recursos para apoyar al mercado interno. Los recientes ajustes en los precios de las materias primas no evitarán que la región utilice políticas contracíclicas en caso de enfrentar una nueva crisis, pero será en menor
medida dado el menor margen fiscal.

Dadas las previsiones de una recuperación global lenta y gradual, América Latina debería basar su desempeño futuro menos en el motor externo y más en fuentes internas, aunque con políticas más sanas y equilibradas. Sin embargo, la única manera de fortalecer su resistencia a los choques externos y reforzar sus fuentes permanentes de crecimiento es mediante la profundización de los cambios estructurales. Con la implementación de reformas que aumenten la inversión, la productividad y el cambio tecnológico, la región estará en posibilidad de ampliar su capacidad productiva y, en consecuencia, registrar un crecimiento más alto y sostenido en el mediano y largo plazos.

Autores

AméricaEconomía.com