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Política monetaria de EE.UU. complica a Brasil
Martes, Septiembre 18, 2012 - 16:45

El ministro de Hacienda brasileño explicó, además, que si Washington quería ayudar a revitalizar al mercado inmobiliario estadounidense, sería mejor centrarse en la política fiscal más que en la política monetaria.

Paris. La última ronda de estímulo monetario en Estados Unidos creará muchos problemas para los países emergentes. Por lo que Brasil tomará medidas para evitar que el real se aprecie, dijo el martes el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega.

Hablando a periodistas tras un encuentro con su colega francés, Pierre Moscovici, Mantega expresó su preocupación de que la nueva inyección de dinero baje el valor del dólar y a su vez afecte a la competitividad brasileña en los mercados de exportación.

"No creo que (el nuevo alivio monetario) resuelva muchos problemas para Estados Unidos, pero provocará muchos problemas para los países emergentes", dijo Mantega a la prensa.

La Reserva Federal estadounidense prometió a comienzos de mes comprar US$ 40.000 millones en títulos respaldados por hipotecas todos los meses, en una medida que apunta a bajar las tasas de interés.

Brasil ha sido uno de los países más críticos de las medidas de alivio de la Fed y está intentando, con intervenciones en el mercado de divisas, evitar que capitales se muevan al real desde activos de bajo rendimiento en dólares, como parte de lo que considera una "guerra monetaria".

"Continuaremos tomando medidas para mantener al real devaluado", dijo, pero no quiso decir cuán depreciada mantendría Brasil su moneda.

Moscovici dijo que él entendía la preocupación de Brasil, pero agregó que las tensiones monetarias deberían tratarse dentro de las instituciones internacionales y del Grupo de los 20.

Mantega dijo que la debilidad del dólar provocada por las medidas de la Fed no sólo afectaba a las exportaciones de Brasil, sino que reducía el valor de las reservas en dólares del país.

El ministro dijo que si Washington quería ayudar a revitalizar al mercado inmobiliario estadounidense, sería mejor centrarse en la política fiscal más que en la política monetaria.

Autores

Reuters