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¿Por qué Dilma Rousseff está presionada para aliviar austeridad?
Miércoles, Septiembre 9, 2015 - 15:02

Se espera que los recortes en programas públicos de infraestructura cuesten a la industria de la construcción 500.000 empleos este año, o cerca de una sexta parte del total de su mano de obra, agregó.

Después de meses de intentar apuntalar las finanzas públicas de Brasil, la presidenta Dilma Rousseff ahora enfrenta presión política y empresarial para aliviar dolorosas medidas de austeridad en un país por mucho tiempo dependiente de la mano de un gran estado.

Líderes empresariales han apoyado a la atormentada Rousseff mientras enfrenta crecientes llamados de enemigos políticos para que renuncie o enfrente un juicio político, pero algunos están cada vez más impacientes con las políticas de austeridad que están empezando a afectar sus ganancias.

"El enfoque del Gobierno es completamente equivocado. Debería estar recortando su propia nómina de empleo en lugar de las inversiones que impulsan la economía", dijo Jose Carlos Martins, presidente de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción.

Se espera que los recortes en programas públicos de infraestructura cuesten a la industria de la construcción 500.000 empleos este año, o cerca de una sexta parte del total de su mano de obra, agregó.

Mientras Brasil cae en una profunda recesión, nadie quiere asumir la carga, incluso sabiendo que el Gobierno necesita gastar menos. Esto incrementa el riesgo de que Brasil pierda la calificación de grado de inversión, que ganó con esfuerzo.

El izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y sindicatos están apelando a los empresarios del país para que asuman parte de la carga antes de que el apriete de cinturón afecte programas sociales que sacaron a millones de la pobreza.

"Fue fácil dar a las empresas exenciones tributarias indecentes. Ahora no quieren empezar a pagar de nuevo", dijo el senador del PT Paolo Paim, un trabajador siderúrgico devenido en político. "Debemos ser serios y duros sobre la recolección de impuestos", agregó.

Las empresas manufactureras se quejan de que sus impuestos por salarios se duplicarán en algunos casos después de que el Gobierno diera marcha atrás con exenciones impositivas y redujera una devolución de impuestos sobre bienes exportados.

"Los impuestos más altos han reducido el dinero que circula en la economía y los consumidores están comprando menos", dijo Marcio Utsch, presidente ejecutivo de la fabricante de zapatos Alpargatas.

El presidente de la poderosa Confederación Industrial de Sao Paulo, Paulo Skaf, ha advertido que el ajuste fiscal del ministro de Hacienda Joaquim Levy está destruyendo puestos de trabajo.

"Si el ministro de Hacienda no puede arreglar la economía brasileña sin subir los impuestos, debería hacer sus maletas y partir", dijo Skaf cuando Levy propuso recientemente reinstalar un impuesto a las transacciones financieras.

"Si sigue así, se convertirá en el ministro del desempleo", agregó.

Autores

Reuters