Rodolfo Campuzano, director de Estrategia y Gestión de Invex Banco, en entrevista con Excélsior, resaltó que no se anticipa que en 2016 se vayan a ver grandes cambios.
México requiere de un entorno global menos adverso para poder crecer aun cuando ya cuenta con las reformas estructurales necesarias para alcanzar tasas de crecimiento más elevadas, consideraron economistas de diferentes grupos financieros.
Rodolfo Campuzano, director de Estrategia y Gestión de Invex Banco, en entrevista con Excélsior, resaltó que no se anticipa que en 2016 se vayan a ver grandes cambios respecto a lo observado en 2015 y no por un desempeño de la economía mexicana, sino por el contexto global.
Hace falta un entorno global menos adverso, no es tanto que las reformas sean efectivas o no, sino que necesitamos un contexto más favorable y esto no va a pasar en el 2016”, explicó.
Dijo que la economía mexicana está inmersa en un entorno global de bajo crecimiento, en donde incluso hay mercados en recesión.
Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America Merrill Lynch dijo al respecto que la economía mexicana continúa diferenciándose del resto de las economías latinoamericanas por medio de un crecimiento estable y una baja inflación.
Prevemos que la actividad económica se acelere modestamente en 2016 en la medida en que la demanda externa mejore. Sin embargo, el crecimiento permanecerá por debajo del potencial, limitado por los recortes al gasto público y una moderación en el consumo”, comentó.
Desafíos
Para los analistas, los principales retos para este año serán lograr mantener estables los fundamentales macroeconómicos en un entorno exterior que seguirá siendo volátil; además de enfrentarse a retos como un menor precio del petróleo y la reducción en el gasto público.
Carlos Ponce, director adjunto de Análisis y Estrategia de Grupo Financiero Ve por Más, comentó que el crecimiento de 2.6 por ciento que podría tener la economía mexicana este año será el resultado de un menor dinamismo industrial por moderación de las exportaciones hacia Estados Unidos; así como de la reducción en el gasto público y menores precios del petróleo pactado en coberturas.
Explicó que si bien el petróleo ha perdido importancia para la economía, no ha sido así para las finanzas públicas dado que 30 por ciento de los ingresos del gobierno dependen de las ventas del energético y la contratación de coberturas se hizo a un precio promedio de 49 dólares.
Además, se tendrá un menor gasto gubernamental en 2016 pues el gobierno federal mantendrá su disciplina fiscal a pesar de una difícil coyuntura por la reducción del déficit a tres desde 3.5 por ciento en 2015.
Expansión
Carlos Serrano, economista en jefe para México de BBVA aseguró que pese al entorno de volatilidad global, la economía mexicana ha tenido “un comportamiento extraordinario”.
La institución prevé que el PIB haya crecido en 2015 un 2.5 por ciento y alcance niveles similares para el cierre de este año.
Por su parte, Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, anticipó que para 2016 el PIB de México oscilará entre 2,3% y 2,6%, lo que significa que se ubicará todavía por debajo del potencial de 4,5% que podría tener el país.
Detalló que si bien la economía mexicana tuvo un segundo semestre favorable que podría ubicar el crecimiento de 2015 en 2.3 por ciento a tasa anual, este crecimiento y 2,6% estimado para el siguiente año se ubica en niveles inferiores a lo que se estimaba que la economía podría crecer gracias a las reformas estructurales.
Hay que evaluar los factores que tendrán influencia en la primera mitad del año, por ejemplo, si en enero no se ve un repunte en inflación habría una señal de que la demanda interna está débil y eso podría ser un factor para ajustar las perspectivas”, comentó la economista.