El director general de la FAO, José Graziano da Silva, pidió una intervención internacional para calmar los mercados, pero también dijo que el índice de precios de agosto, que no cambió respecto a julio, permitía un cierto optimismo.
Roma. Los precios mundiales de los alimentos se estabilizaron en agosto a niveles próximos a los de la crisis alimentaria de 2008, pero es posible que las reservas mundiales de granos bajen debido a una disminución en la producción de cereales, dijo este jueves la agencia mundial de alimentos de Naciones Unidas.
El director general de la FAO, José Graziano da Silva, pidió una intervención internacional para calmar los mercados, pero también dijo que el índice de precios de agosto, que no cambió respecto a julio, permitía un cierto optimismo.
Previamente el jueves, el viceministro ruso de Agricultura, Ilya Shestakov, declaró que los países del G-20 celebrarán un encuentro el próximo mes para decidir una respuesta rápida en el mercado de granos.
La peor sequía desde hace más de medio siglo en Estados Unidos y las malas cosechas en los países productores del Mar Negro han impulsado los precios de los granos a niveles récord, despertando la alarma por una posible repetición de la crisis de 2008, que desató disturbios en varias partes del mundo.
El Indice de Precios de Alimentos de la FAO, que mide los cambios mensuales en los precios de una cesta de cereales, oleaginosas, lácteos, carnes y azúcar, marcó un promedio de 213 puntos en agosto, la misma cifra que en julio, dijo la FAO en su actualización mensual.
Aunque es un número por debajo del máximo de 238 alcanzado en febrero de 2011, cuando el precio de los alimentos ayudó a avivar las revueltas de la Primavera Árabe en Oriente Medio y el norte de África, sigue cerca de los niveles alcanzados durante la crisis del 2008.
"Aunque deberíamos permanecer atentos, los precios actuales no justifican hablar de una crisis mundial de alimentos. Pero la comunidad internacional puede y debe actuar para calmar más los mercados", sostuvo Graziano da Silva en un comunicado.
"Nos reconforta que los problemas de sequía en Estados Unidos no nos meterán en una situación similar a la que tuvimos en 2008", añadió.
Esta semana la FAO dijo que una intervención internacional rápida podría aún evitar que se produzca una catástrofe. Ha pedido a los países que revisen sus mandatos de biocombustible y también advirtió en contra de compras desatadas por el pánico y la restricción de las exportaciones.
La entidad redujo su estimación de la producción de granos para el 2012 en un 4% a 2.295 millones de toneladas desde la proyección previa de 2.396 millones de toneladas debido al empeoramiento de los prospectos por la severa sequía en Estados Unidos.
La agencia con sede en Roma señaló que la producción mundial de granos es insuficiente para cubrir completamente la temporada de marketing 2012-13, lo que indicaría que se produjo un descenso mayor de lo esperado de las reservas.
Además, indicó que las reservas caerán notablemente y proyectó las existencias al final del 2013 en 503 millones de tonleadas, una disminución del 6 por ciento desde la previsión de julio.
Una mezcla de elevados precios del petróleo, creciente uso de biocombustibles, especulación en los mercados de materias primas y restricciones a la exportación empujaron al alza los precios de los alimentos en el periodo 2007-2008, causando disturbios en países como Egipto, Camerún y Haití.
Los países del G-20 celebraron una teleconferencia la semana pasada para abordar la escalada actual de los precios, pero dijeron que esperarían a conocer el informe de la cosecha que se divulga a mediados e septiembre en Estados Unidos antes de tomar decisiones.
