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Presidenciables argentinos avalan negociación de Gobierno con "fondos buitre"
Sábado, Junio 21, 2014 - 11:46

"La voluntad argentina expresada por la máxima autoridad, que es la Jefa de Estado, va a ser escuchada y se van a llevar adelante seguramente los próximos días reuniones de trabajo", remarcó Daniel Scioli del gubernamental Frente para la Victoria (FpV).

Buenos Aires. Los aspirantes a ocupar la Presidencia de Argentina en 2015 Daniel Scioli y Sergio Massa coincidieron hoy en valorar positivamente la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de negociar con los fondos especulativos tenedores de deuda argentina en mora, denominados "fondos buitre".

En declaraciones a la radio local, ambos políticos destacaron las palabras de la presidenta Fernández, quien el viernes reiteró la voluntad del país de pagar a todos los acreedores y reclamó garantías para llevar a cabo una negociación "justa y equitativa"

"Las palabras de ayer de la presidenta fueron orientadas en el sentido de la voluntad de pago", por lo que "permiten retomar el diálogo "para cerrar esta herida que ha causado tanto trastorno", señaló Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires por el gubernamental Frente para la Victoria (FpV).

Scioli se mostró confiado en que la negociación "va a salir bien" y aseguró que siempre tuvo la "certeza de que va a primar la racionalidad".

"La voluntad argentina expresada por la máxima autoridad, que es la Jefa de Estado, va a ser escuchada y se van a llevar adelante seguramente los próximos días reuniones de trabajo", remarcó.

Por su parte, Massa afirmó que el mensaje de la presidenta "marca una dirección correcta", pero advirtió que habrá que hacer una tarea planificada y "seria" para llegar a un acuerdo.

"Ahora se requiere un trabajo serio y profesional, que respete normas jurídicas y nos permita construir confianza para el futuro", dijo el líder del opositor Frente Renovador (FR).

En ese sentido, Massa apostó por "establecer una bicameral de seguimiento que funcione no solamente como control sino como respaldo de la negociación. En algunos puntos hay normales locales que aparecen como contradictorias y es necesario armar una red que permita encontrar una salida".

El peronista disidente señaló que la negociación "tiene que servir no sólo para solucionar el conflicto con los bonistas, sino para cuidar el derecho de los que están con su canje vigente y cobran su deuda".

Fernández expresó el viernes la voluntad de Argentina de cumplir con el cien por ciento de los acreedores de la deuda, pero pidió garantías para poder negociar en condiciones "justas y equitativas".

La presidenta se refirió así al riesgo de "default" (suspensión de pagos) que afronta Argentina a raíz de la decisión de la Corte Suprema estadounidense de dejar en firme una sentencia del juez neoyorquino Thomas Griesa que dio la razón a los fondos especulativos tenedores de deuda argentina en mora.

Según dicha sentencia, Argentina tiene que pagar a los "fondos buitre", como los llama el Gobierno de Fernández, una deuda de 1.300 millones de dólares que con intereses asciende a 1.500 millones.

El Gobierno de Fernández califica como "buitres" a los fondos que demandaron a Argentina en EE.UU., los cuales tienen deuda no sujeta a las dos reestructuraciones que las autoridades argentinas plantearon a sus acreedores después del cese de pagos de 2001.

El 93 % de los acreedores aceptó recibir menos y canjear su deuda, pero un 7 % rechazó la solución ofrecida.

El fallo del juez Griesa complica los desembolsos que Argentina debe hacer a finales de este mes a los acreedores que sí se acogieron a los canjes, ya que incluye las órdenes "pari passu (en igualdad de condiciones)", por las que está obligada a pagar de manera simultánea a todos los tenedores de deuda.

Además, los giros de dinero a Estados Unidos que haga Argentina corren el riesgo de ser embargados por solicitud de los litigantes con sentencia a favor.

El Gobierno argentino ya adelantó que propondrá un canje de los bonos amparados por la legislación de EE.UU. que están en manos de acreedores que aceptaron reestructurar, por otros nuevos pero bajo legislación argentina, para evitar un posible embargo y un nuevo cese de pagos.