En un evento de comercio internacional, el viceministro de Planificación, Dyogo Oliveira, dijo que una economía china en desaceleración podría llevar a "un gran cambio en el panorama para la economía global".
Los temores a una desaceleración más fuerte en China, que provocó un desplome en los mercados mundiales, podrían retrasar una recuperación económica en Brasil que se esperaba para este año, dijo este martes un alto funcionario brasileño.
En un evento de comercio internacional, el viceministro de Planificación, Dyogo Oliveira, dijo que una economía china en desaceleración podría llevar a "un gran cambio en el panorama para la economía global".
Oliveira dijo que el Gobierno prevé que la economía brasileña comience una recuperación moderada a fines de 2015 o comienzos de 2016 debido a un salto de las exportaciones y mejorías en los mercados de crédito, pero que China era un factor importante.
"Todo lo que he dicho podría cambiar completamente, dependiendo de cómo se desarrollen las cosas (en China)", comentó Oliveira.
China redujo el martes las tasas de interés y el encaje bancario para respaldar a su vacilante economía y un desplome de los mercados de acciones que han enviado ondas de choque por todo el mundo.
El empeoramiento de la economía en China ha provocado una baja en los precios de materias primas globales, como la soja y el mineral de hierro, que son exportaciones clave de Brasil. China es por lejos el principal socio comercial de Brasil.
Una fuerte alza de las exportaciones debido a la debilidad de la moneda local ha sido el único punto positivo para la economía brasileña, que se prevé que sufra su peor recesión en 25 años.
La presidenta Dilma Rousseff espera que la mejoría de las exportaciones puedan aliviar el dolor de la recesión, que ha llevado el desempleo a su nivel más alto en cinco años.
Su Gobierno está intentando reparar un creciente déficit presupuestario para recuperar la confianza de inversores inquietos tras años de políticas intervencionistas y fuerte gasto público.
