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Promedio de vida de microempresas en Latinoamérica es de 12 años
Jueves, Septiembre 4, 2014 - 17:24

Sin embargo, para el caso de Colombia, estas representan cerca del 60% del PIB y el 64% del empleo en el país.

Un estudio de la Universidad Nacional reveló que las pequeñas y medianas empresas (pymes), a pesar de aportar alrededor del 60% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 64% del empleo en Colombia, tienen un ciclo de vida demasiado corto debido a su incapacidad de autosostenimiento. Situación que no varía en Latinoamérica.

Según Lissette Hernández, docente de la Universidad de Zulia (Venezuela), el promedio de vida de una micro, pequeña y mediana empresa es de 12 años, debido a los problemas que tienen que enfrentar en sus años de ejercicio.

Para la economista, dentro de las dificultades que se destacan en la creación de este tipo de compañías se encuentran la estructura financiera y el capital del trabajo. “Casi todas las pequeñas empresas no cuentan con la totalidad de los requerimientos de un banco para adquirir solvencia y solidificar su funcionamiento”, señaló.

Al respecto, María Luisa Saavedra, docente investigadora de la Universidad Autónoma de México, expresó que es importante que en sus inicios una empresa tenga un estado financiero sólido que le brinde capacidad de liquidez y avance en el tiempo, y que el segundo problema al que se enfrentan, es la carencia de recursos humanos altamente capacitados, que puedan hacer innovación tecnológica y que tengan un desarrollo productivo que haga crecer el negocio.

Esto responde a que las iniciativas empresariales a nivel mundial, en su mayoría, han arrancado como propuestas familiares y trabajan con un grupo humano conformado por personas del mismo núcleo, que no necesariamente se encuentra capacitado para llevar a cabo un proyecto a gran escala.

“La mayoría de pequeñas empresas se encuentran en el sector comercio y el de servicios, pues no se requiere tanto capital, ni preparación, ni infraestructura. En cambio, el sector manufacturero carece de propuestas debido a su alta demanda de capital y mano de obra”, afirmó Rafael Ángel Portillo, docente de la Universidad de Zulia.

Pymes en Colombia. La Ley 590 del 2000, encargada del fomento de la micro, pequeña y mediana empresa, define a las pymes dependiendo de la cantidad de personal que las constituya: no superior a 10 trabajadores, entre 11 y 50 empleados y entre 51 y 200, respectivamente.

La Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras) y el Registro Único Empresarial y Social (RUES), reportaron hasta el primer semestre de 2013 un crecimiento de pymes en Colombia del 1,7 %, completando así el 90 % del total de empresas constituidas en el país.

A nivel mundial, las pequeñas y medianas empresas se articulan a través de las grandes. Las primeras son las encargadas de proveer a las segundas aquellos productos y servicios que no están en capacidad de producir.

En el caso particular de Colombia, esta modalidad de empresa se comporta de acuerdo a su localización geográfica. Entre más grande es el territorio, más participación empresarial presenta. De esta manera, regiones como Atlántico, Norte de Santander, Cundinamarca y Antioquia, presentan que un 96 % de la industria se encuentra conformada por pymes.

Esto tiene una repercusión importante en el país, porque además de generar mayor actividad en todos los sectores, fortalece la economía, subrayó el profesor Rafael Ángel.

Retos y oportunidades. Para tener éxito dentro de la industria, se debe estar a la vanguardia tecnológica y se requiere ajustarse a las demandas de la globalización. No obstante, sin los recursos suficientes es difícil cumplir la meta.

Sin embargo, en la actualidad hay cursos de economía, administración, gerencia, contabilidad, entre otros, que deben aprovecharse para la capacitación en creación de empresa.

Las pymes deben generar un interés por participar en la vida académica y adaptar sus estructuras administrativas para enfrentarse con conocimiento a las grandes empresas.

“Creo que si seguimos enfrentando los retos que presentan la pequeña y mediana empresa con un proceso de gestión de conocimiento, tendremos las herramientas para sostenernos en un mundo en el que participamos con países más desarrollados y con mejores prácticas”, concluyó la profesora Hernández.

Autores

ELESPECTADOR.COM