Del total de 16 economistas, operadores y analistas consultados, 14 prevén una baja desde los niveles actuales de alrededor de 19 pesos por dólar si gana el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El peso mexicano se depreciaría frente al dólar en caso de una victoria del partido izquierdista Morena, que lidera Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones para gobernador del Estado de México, un bastión clave del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), según un sondeo de Reuters.
Del total de 16 economistas, operadores y analistas consultados, 14 prevén una baja desde los niveles actuales de alrededor de 19 pesos por dólar si gana el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) pues consideran que ello elevaría las probabilidades de que López Obrador resulte victorioso en las presidenciales del próximo año.
La candidata Delfina Gómez, de Morena, un partido fundado en 2014, lleva una marginal delantera en la preferencia de los votantes del estado aledaño a la capital del país para la elección del próximo mes, según un sondeo publicado en abril.
El izquierdista López Obrador, quien fue finalista en las últimas dos elecciones presidenciales, es visto por algunos analistas como un riesgo por sus amenazas de revisar algunos elementos de las reformas del presidente Enrique Peña Nieto y por la posibilidad de que imponga políticas nacionalistas como lo han hecho otros países de la región.
El peso se debilitaría entre 3% y 5% a niveles de casi 20 pesos por billete verde, dijeron seis encuestados; cuatro consideraron que la baja sería de entre 1% y 3% a niveles de 19.50 y cuatro más anticiparon una depreciación de más de 5.0 por ciento. Sólo dos descartan algún ajuste por el resultado de los comicios.
"El Estado de México es como un laboratorio que podría dar un indicio de los resultados en 2018", dijo, bajo condición de anonimato, uno de los participantes del sondeo.
El populoso Estado de México, el que más aporta votos a nivel nacional, siempre ha sido gobernado por el PRI y una derrota en los comicios del 4 de junio sería un muy duro golpe político para Peña Nieto, que ha visto bajar sus niveles de aprobación.
