Aunque la discusión continúa centrada en el intercambio comercial entre las dos potencias, la resolución de la corte internacional agregó un elemento importante al encuentro.
Políticos de alto rango de la Unión Europea y la cúpula china se reunieron este martes en el marco de la cumbre bilateral de dos días en Pekín, la que terminó ensombrecida por la sentencia de La Haya respecto a disputas comerciales y territoriales por la soberanía en el mar de la China Meridional con Filipinas.
La cumbre debía centrarse en cuestiones económicas, con el telón de fondo de la disputa por la concesión a China del estatus de economía de mercado. Al entrar en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001, se preveía que a China se le concediera ese estatus antes de finales de este año, una calificación que protege al país de costosas demandas antidumping, algo que se ve difícil ya que la mayoría del Parlamento Europeo se pronunció en mayo en contra de concederle ese estatus. Si embargo, con el fallo de La Haya, el centro de la discusión cambio levemente, agregando este elemento a las reuniones que sostienen los altos personeros.
“Creo que tenemos un cierto número de ideas y proyectos comunes que debemos acelerar”, dijo el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que se reunió con el presidente del Consejo, Donald Tusk, con el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro Li Keqiang. Tras el encuentro, no tuvo lugar la esperada rueda de prensa oficial, cancelada poco antes al conocerse la decisión del Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya que rechazó los reclamos de China sobre dos islas del mar de la China Meridional.
“A todos nos interesa un orden internacional basado en normas y tanto China como la UE tienen que cumplirlas”, dijo Tusk en conversación con Li Keqiang, según un comunicado que se dio a conocer.
UE insta a China a cumplir la sentencia. Aprovechando la cumbre y la contingencia, la Unión Europea (UE) le pidió a China que se ajuste a un sistema internacional basado en normas comunes aceptadas, tanto en cuestiones económicas como de política exterior y derechos humanos, sin tratar de situarse por encima del resto.
Antes de la reunión oficial sobre intereses económicos, el presidente chino Xi Jinping destacó a Tusk y al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, su rechazo a cualquier propuesta o acción basada en el fallo de La Haya. Sin embargo, en el inicio La cumbre se hizo una llamada de atención por parte de Bruselas, instando a su socio comercial a “proteger un orden internacional basado en la ley”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en su intervención de apertura ante el primer ministro chino, Li Keqiang.
La intervención, a puerta cerrada pero divulgada por la UE, desgranó una serie de elementos por los que a China le conviene respetar un sistema de normas comunes con sus socios internacionales para beneficiarse al máximo.