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¿Qué propone la Cepal para el desarrollo de América Latina y el Caribe?
Lunes, Mayo 23, 2016 - 07:42

El documento “Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible” sostiene que el modelo actual de desarrollo es insostenible y que la región requiere un cambio estructural progresivo.

América Latina y el Caribe tiene hoy una oportunidad histórica para cambiar su estilo de desarrollo y reducir los desequilibrios económicos, sociales y ambientales que impactan a sus habitantes. Para ello es necesario un cambio estructural progresivo con un gran impulso ambiental que promuevan un desarrollo basado en la igualdad y la sostenibilidad. Esta es la propuesta de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe para el año 2030.

El documento de posición institucional titulado Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible será el eje de los debates de los 45 países miembros y 13 miembros asociados del organismo regional de las Naciones Unidas durante su trigésimo sexto período de sesiones que se desarrollará en la capital mexicana del 23 al 27 de mayo.

En el documento, la entidad explica que el sistema actual de desarrollo es insostenible, pues se basa en tres desequilibrios: el sesgo recesivo en la economía internacional, el aumento de la desigualdad y el deterioro ambiental.

La comunidad internacional no ha estado indiferente a esos desafíos y respondió con la aprobación en septiembre pasado por parte de la Asamblea General de la ONU de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En Horizontes 2030, la CEPAL contribuye a dar un marco analítico a esa Agenda sobre la base de su tradición estructuralista y desde la perspectiva y especificidades regionales, subregionales y nacionales de América Latina y el Caribe.

La Comisión propone modificar la forma tradicional de hacer las cosas e impulsar un cambio estructural progresivo, esto es, provocar cambios en la estructura productiva que aumenten la participación de los sectores intensivos en conocimientos e innovación, que garanticen el crecimiento económico inclusivo y sostenido, que promuevan la creación de empleos de calidad con derechos, y que se asocien a sectores que impulsen la producción de bienes y servicios ambientales.

Además llama a realizar un gran impulso o “big push” ambiental, que debe estar compuesto por un paquete de inversiones públicas y privadas coordinadas en distintas áreas que genere nuevos patrones energéticos y de producción, un renovado diseño de ciudades sostenibles y pautas de consumo menos contaminantes, basado en el aprendizaje y la innovación. En síntesis apostar por una economía circular, con pleno empleo.

“Es necesario recuperar el crecimiento económico, pero éste debe fundarse en una senda baja en carbono que permita el desacople entre crecimiento y emisiones, ya que los patrones actuales de producción y consumo no son sostenibles”, recomienda Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva del organismo.

Esta transformación productiva deberá realizarse en un contexto adverso. “Por ello se requiere de una nueva economía política, de una nueva ecuación Estado-mercado-sociedad y de renovadas coaliciones internacionales y nacionales”, señala el documento. “Se trata de cambiar la conversación”, agrega.

La Cepal propone centrar la acción en tres ámbitos: 1) en la gobernanza internacional para la provisión de bienes públicos globales, 2) en la cooperación y el aporte regional al debate mundial, y 3) en políticas públicas nacionales para fomentar el cambio estructural progresivo.

Sobre la creación de bienes públicos globales, el organismo explica que es preciso poner en marcha cuatro mecanismos: primero, una coordinación internacional de las economías que favorezca la expansión sostenida de la demanda agregada con instrumentos monetarios, fiscales y de inversión que prioricen proyectos bajos en carbono y de mayor eficiencia energética, a favor del empleo de calidad y con derechos. Segundo, una nueva arquitectura financiera internacional. Tercero, una gobernanza del comercio y la propiedad intelectual sobre bases multilaterales que facilite y amplíe el acceso a la tecnología y el financiamiento y cuarto, una gobernanza compartida de los componentes esenciales de la economía digital a nivel global y un nuevo paradigma tecnológico regional para lograr un mercado único digital en América latina y el Caribe.

Para fortalecer el aporte regional, la Comisión propone la creación o expansión de las redes de seguridad financiera constituidas por el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), y el fortalecimiento de la banca regional de desarrollo. También llama a avanzar en la integración productiva y comercial, en la creación de un mercado común digital, y en el establecimiento de un fondo de resiliencia a partir del alivio de la deuda de los países del Caribe.

En materia de estrategias y políticas nacionales, la CEPAL hace un llamado a redefinir la política macroeconómica y fortalecer las capacidades institucionales del Estado. Esto implica ampliar el papel anticíclico de la política fiscal, avanzar hacia compromisos más sólidos en la protección social para lograr la erradicación de la pobreza y la disminución de la desigualdad, implementar políticas industriales centradas en lo ambiental y la diversificación productiva e impulsar medidas para la transparencia, inclusión y participación ciudadana.

“Estamos ante la mayor oportunidad de todos los tiempos para las políticas de desarrollo. La agenda de sostenibilidad ambiental y de lucha contra la desigualdad debe ser el fundamento de la agenda del desarrollo”, enfatiza Alicia Bárcena.

Autores

AméricaEconomía.com