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Reservas internacionales, variable de ajuste de la economía argentina
Viernes, Agosto 15, 2014 - 10:32

De acuerdo con un informe especializado de la consultora Management & Fit, dado a conocer este viernes, "la situación actual sólo incrementa la incertidumbre respecto a la estabilidad macro a corto plazo".

Buenos Aires. Las reservas internacionales del Banco Central argentino (BCRA) son la variable de ajuste del país, que "tiene cada vez más dificultades para garantizar crecimiento y estabilidad de forma simultánea".

De acuerdo con un informe especializado de la consultora Management & Fit, dado a conocer este viernes, "la situación actual sólo incrementa la incertidumbre respecto a la estabilidad macro a corto plazo".

"Debido al estancamiento económico, el gobierno descartó cualquier posible ajuste fiscal. Ello implica no sólo políticas fiscal y monetaria expansivas, sino mayores estímulos para la inflación y la brecha cambiaria, con sus conocidos efectos", planteó el economista en jefe de M&F, Matías Carugati.

La presidenta Cristina Fernández dio prioridad al "nivel de actividad y las consecuencias se sentirán sobre las reservas internacionales, que son, en última instancia, la variable de ajuste de un modelo que tiene cada vez más dificultades para garantizar crecimiento y estabilidad de forma simultánea", explicó.

Al jueves 14, las reservas internacionales de Argentina se ubicaron en US$28.967 millones, para una caída de US$1.632 millones en lo que va del año.

Para Carugati, "las tensiones en el frente externo no se harán esperar. La hipótesis de una 'transición financiada' para el próximo año y medio", cuando Fernández dejará el cargo, "deberá ser revisada, ya que la extensión del default hasta 2015 al menos plantea interrogantes sobre el futuro económico a corto plazo. Teniendo en cuenta que en el dilema de política económica (crecimiento versus estabilidad) el gobierno prefiere sostener el nivel de actividad, las reservas son una variable de ajuste", insistió.

Para los próximos meses, "esperamos que el estancamiento de las reservas dé lugar a una nueva baja. En efecto, el stock en poder de la autoridad monetaria se redujo US$275 millones sólo en julio".

"Los agro-dólares que ingresaron fueron utilizados para el pago de importaciones, cancelar deuda pública (la primera cuota del arreglo con el Club de París insumió 650 millones de dólares) y abastecer la demanda privada de divisas para atesoramiento, que viene en sostenido ascenso desde abril", añadió.

La caída de las reservas internacionales, según el informe, "estará explicada por motivos diversos. En primer lugar, por la propia política económica. La baja en la tasa de interés y la aversión del gobierno a devaluar abruptamente el tipo de cambio estimulan la dolarización".

"La demanda en el mercado formal impacta sobre las reservas, mientras que la derivada a canales informales aumenta la brecha y alienta la retención de producción por parte de exportadores. Por otro lado, el financiamiento monetario de un déficit fiscal creciente deriva en una inyección de pesos que, tarde o temprano, irán a parar al dólar y la inflación, reforzando este círculo vicioso", observaron los analistas

Máximo Pisa y Juan Seita. Abundaron que "el propio frente externo es otro factor de riesgo para las reservas. La baja de los precios internacionales implica una caída en la generación de divisas (sólo de soja y derivados, se perderían US$1.000 a US$1.500 millones este año), mientras que la frágil demanda externa también afecta las exportaciones industriales".

Además, "a pesar de la recesión, la demanda energética mantiene elevadas las importaciones de combustibles. En materia financiera, la cancelación de la deuda externa golpeará directamente a las reservas del BCRA".

A modo de anticipo, M&F dijo que se espera que "el 2015 finalice con el menor nivel de reservas de los últimos ocho años".

"Teniendo en cuenta los factores contrapuestos que operarán sobre el mercado cambiario, estimamos un descenso adicional en las reservas internacionales, que terminarían diciembre en un nivel cercano a los 26.000 millones de dólares", indicó.

"De los países de América Latina, sólo los bancos centrales de Ecuador (economía dolarizada) y Venezuela dispondrían de un menor poder de fuego para hacer frente a cualquier tipo de shock externo", advirtió Carugati.

Autores

Xinhua