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Salud de Chávez pone en pausa jugada de ajuste económico en Venezuela
Lunes, Diciembre 17, 2012 - 17:11

Venezuela mantiene un férreo control de cambio desde 2003, que impide la compra y venta de dólares en el mercado abierto. A principios de 2011 el gobierno ordenó la cuarta y última devaluación del sistema a 4,3 bolívares por dólar.

Caracas. La batalla del mandatario venezolano Hugo Chávez contra el cáncer y la posibilidad latente de que deban celebrarse elecciones presidenciales anticipadas llevarían al retraso de medidas económicas clave como una devaluación, necesaria para mejorar la salud financiera del país petrolero.

Chávez abrió este año de par en par las compuertas del gasto público para construir casas, comprar electrodomésticos y transferir becas en efectivo a sus seguidores más humildes y así asegurar su reelección hasta el 2019.

No obstante, el congelamiento de las tarifas de los servicios básicos, crecientes subsidios, el aumento del gasto primario y una intensa campaña que logró sus objetivos políticos, también debilitaron las cuentas de Venezuela.

Economistas previeron ampliamente un ajuste del sobrevalorado bolívar a finales de este mes o a más tardar en el primer trimestre del 2013, para intentar cerrar una parte de la brecha fiscal que calculan en torno al 15 por ciento.

Pero los planes de devaluación, junto con un potencial recorte de los enormes subsidios que pesan sobre las finanzas del país, parecen haberse puesto en pausa mientras Chávez, famoso por el manejo personal de casi todos los asuntos nacionales, se recupera en Cuba de su cuarta cirugía contra el cáncer.

"Creemos que los recientes acontecimientos hacen muy probables unas nuevas elecciones en Venezuela a principios de 2013", dijo Francisco Rodríguez, analista de Bank of America.

"Decisiones económicas importantes, como una devaluación del tipo de cambio, probablemente se retrasarán hasta después de esas elecciones", señaló.

Venezuela mantiene un férreo control de cambio desde 2003, que impide la compra y venta de dólares en el mercado abierto. A principios de 2011 el gobierno ordenó la cuarta y última devaluación del sistema a 4,3 bolívares por dólar.

Si Chávez tiene que dar un paso al costado y son convocadas elecciones, la parálisis de las políticas continuaría en los próximos meses en vista de que su sucesor haría lo posible para evitar medidas con alto costo político en medio de una campaña inédita, sin el "Comandante-Presidente" a la cabeza.

Chávez estremeció al mundo a inicios de este mes antes de viajar a Cuba, al apuntar a su vicepresidente Nicolás Maduro como su eventual sucesor político en caso de verse inhabilitado para continuar su gesta socialista en un próximo período.

La Constitución dibuja el camino de la sucesión, dando un plazo de 30 días para celebrar nuevas elecciones luego de declararse una "ausencia absoluta" del presidente, sea por su renuncia, inhabilitación por enfermedad o muerte.

Aun si Chávez se recuperara de una complicada cirugía realizada hace casi una semana, a tiempo para tomar su juramento el próximo 10 de enero, las medidas se dilatarían hasta asentarse la crispación política desatada por su frágil salud.

Capitales fugaces. Una devaluación es vista como crucial para detener la fuga de capitales a través de un mercado paralelo e ilegal donde el precio del dólar escaló velozmente en las últimas semanas hasta cuadriplicar la tasa oficial de 4,3 bolívares, presionando la inflación.

El mercado "paralelo" que desafía el control de cambio ordenado por Chávez es una plaza a donde acuden particulares y empresas fuera del sistema oficial de administración de divisas.

Su impacto sobre la economía varía según quien lo analice: el gobierno dice que sólo se usa para el pago de un 6 por ciento de las importaciones, pero analistas privados aseguran que se usa para subvencionar entre el 15 y el 20 por ciento de las compras en el exterior.

Mientras el "dólar negro" sube, la asignación de divisas oficiales apenas creció un 6 por ciento en el año comparado con el 2011, mientras que las entregas en el mercado secundario de divisas del Sitme, creado por el Gobierno en 2010 y manejado por el Banco Central, también han caído en los últimos meses.

En medio de una latente escasez de bienes esenciales por falta de billetes verdes destinados a importaciones y una prolongada congelación de precios internos de algunos bienes esenciales, un ajuste cambiario ayudaría a elevar el flujo de dólares en la economía, asegurando las divisas para comprar.

Pero con la devaluación en espera, los venezolanos siguen luchando por obtener moneda extranjera barata y el Gobierno por conseguir recursos para alimentar el gasto.

Una nueva emisión privada de bonos de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) destinada a incrementar la oferta de dólares del Banco Central en el Sitme, donde la divisa se vende a 5,3 bolívares, fue puesta en pausa por la condición delicada de salud de Chávez, así como también los planes para ajustar el sistema.

"La emisión está lista desde hace meses, pero estamos esperando por la aprobación del ministro de Finanzas", dijo a Reuters una fuente de PDVSA.

Mantener el tipo de cambio sin ajustes reduce en términos reales los recursos del Estado y lo hace más susceptible a contraer deuda en el mediano plazo.

"El ajuste cambiario sería necesario para reducir parcialmente los desbalances fiscales y monetarios acumulados hasta la fecha, pero, ante todo, el ajuste será requerido para evitar que se desborde la escasez de divisas y bienes", dijo la firma de análisis local Econométrica.

Venezuela y PDVSA acumulan una deuda externa conjunta que abarca el 40% del Producto Interno Bruto (PIB), según el gobierno, entre compromisos crediticios y préstamos de su principal aliado financiero, China.

Regalado, acabado. Desde ya, los economistas prevén una desaceleración económica en 2013 frente al estimado de 5% este año, a raíz del recorte del gasto que suma cerca de un 30%. No obstante, el gobierno proyecta un crecimiento del 6%.

La mayoría de las agencias calificadoras de deuda mantiene una visión positiva sobre el crédito de Venezuela, pero para ello muchos de sus analistas se enfocan en la posibilidad de una devaluación que al menos duplique el tipo de cambio controlado actual.

Un retraso prolongado en el ajuste monetario podría presionar la calificación crediticia del país, aunque los bonos venezolanos han saltado en las últimas semanas a máximos históricos, con los inversionistas apostando por un cambio de rumbo económico dada la salud de Chávez.

Los mismos funcionarios del gobierno que en principio impulsaron el crecimiento del gasto ahora advierten que podrían empezar a recortar los subsidios gubernamentales a la electricidad o la gasolina, la más barata del mundo.

Estos temas avanzarían poco mientras Chávez esté ausente y los funcionarios se han negado a comentar sobre una eventual devaluación, o sobre alzas de tarifas.

"Aquí lo regalado se tiene que acabar", dijo recientemente el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, quien también ha llamado al Parlamento a reformar la política fiscal del país para cobrar más a quienes ganen más.

Autores

Reuters