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Si Brasil quiere evitar crisis financiera al 2030 necesita US$157 mil millones adicionales
Miércoles, Julio 22, 2015 - 09:29

Los compromisos de gastos en educación, seguridad social y salud que el Gobierno asumió tras la crisis financiera global han añadido el equivalente a un 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB) al año al presupuesto, según un estudio privado.

Sao Paulo/Brasilia. El Gobierno brasileño necesita 500.000 millones de reales adicionales (US$157.000 millones) de los contribuyentes en los próximos 15 años para llevar a las finanzas públicas y la deuda nacional a un camino sostenible, mostró un estudio privado.

El estudio dejó de manifiesto los desafíos que enfrenta una economía que lidia con una alta carga impositiva y un estancamiento.

Los compromisos de gastos en educación, seguridad social y salud que el Gobierno asumió tras la crisis financiera global han añadido el equivalente a un 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB) al año al presupuesto, según el estudio de los economistas Mansueto Almeida, Marcos Lisboa y Samuel Pessoa.

Este año, el Gobierno necesita recaudar más de 100.000 millones de reales (US$31.313 millones) para cumplir con su meta de superávit primario presupuestario, o la diferencia entre ingresos y egresos del Gobierno, excluyendo pago de deuda, de 1,1 por ciento del PIB.

Hasta el 2030, los economistas estiman que se requerirán más de 300.000 millones de reales (US$93.941 millones) de ingresos adicionales o recortes de gasto para evitar que la deuda bruta nacional supere el actual nivel de un 60% del PIB.

Almeida era un asesor clave de Aécio Neves, quien perdió las elecciones presidenciales ante Dilma Rouseff en octubre. Lisboa, encargado de políticas económicas en 2003-2007, enseña negocios en Insper, que divulgó el estudio académico esta semana junto con la Fundación Getulio Vargas, donde Pessoa es profesor.

"Las perspectivas son preocupantes porque el país no puede soportar más aumentos de impuestos y se está volviendo más difícil cambiar la cultura derrochadora del Gobierno", dijo Almeida en una entrevista telefónica.

"La sociedad brasileña debe aprender a tomar decisiones", agregó.

El gobernante Partido de los Trabajadores flexibilizó los controles de gasto presupuestario al final de la década pasada, aunque sin asegurar los ingresos necesarios para sostener la tendencia, dijeron los economistas en el estudio.

Con la población del país envejeciendo rápidamente y el crecimiento económico en niveles bajos en los próximos años, la perspectiva de ingresos estatales adicionales luce bastante desalentadora, señaló Almeida.

Sin embargo, la presión para aumentar los impuestos podría tener consecuencias de largo plazo para la actividad económica: los brasileños gastan casi 40 por ciento de sus ingresos anuales en impuestos, más que cualquier otro país en América Latina, según el estudio.

Autores

Reuters