El Índice Global de Pensiones Melbourne Mercer 2018, ubicó a Chile como el octavo mejor del mundo y el primero de Latinoamericana por su estructura sólida; sin embargo, plantea la necesidad de mejorar áreas clave como beneficios, ahorro y apoyo fiscal.

El Índice Global de Pensiones Melbourne Mercer 2018, ubicó al sistema previsional de Chile como el octavo mejor del mundo y el mejor de Latinoamérica "por su estructura sólida" aunque con áreas clave por mejorar que lo mantienen fuera de la categoría A (primera clase).

El ránking, que considera los aspectos de adecuación, sostenibilidad e integridad, es liderado por Holanda y Dinamarca, con puntuaciones de 80,3 y 80,2.

Chile obtuvo una calificación de 69,3 puntos. Su mejor promedio correspondió al área de Integridad (79,7) que considera indicadores de regulación, costos y protección. En Sostenibilidad -referido a ls coberturas, activos, deuda pública y crecimiento económico- obtuvo 73,3 puntos. La menor calificación fue en Adecuación (59,2) que evalúa los beneficios, ahorro, apoyo fiscal y la forma en que está diseñado el sistema. 

El puntaje promedio de Chile lo ubica en el renglon B del ránking, junto a países como Finlandia, Suecia, Noruega, Nueva Zelandia y Canadá, que describe al sistema de pensiones "como una estructura sólida con características positivas, pero con áreas por mejorar".

En este sentido, el estudio recomienda elevar el porcentaje de cotización obligatoria y la edad de retiro, además de incluir a adultos mayores en la fuerza de trabajo. También mejorar la inclusión de trabajadores independientes.

Otras de las recomendaciones del estudio, es "aumentar el nivel de ahorro, tanto dentro como fuera de los fondos de pensiones, para garantizar que más personas dependan menos de la gobierno en sus futuros años de jubilación".

De los países de América Latina, además de Chile, destacan los sistemas de Colombia (62,6), Perú (62,4) y Brasil (56,5), que se ubican en las posiciones 14, 16 y 21, respectivamente.

Este resultado los ubica en la categoría C, que define al sisetma de pensiones "con algunas buenas características, pero con riesgos y deficiencias que deben ser abordabas porque cuestiona la sostenibilidad".

México (45,3) y Argentina (39,2) también aparecen en el ránking, con puntajes que los ubican en el antepenúltimo y último lugar de los países evaluados. El resultado los posiciona en el renglón D, que describe al sistema como con características "deseables", pero con debilidades y omisiones que ponen en duda su eficacia y sostenibilidad. 

El ránking analiza los componentes privados y los fondos públicos de un sistema, así como los activos y ahorros personales fuera del sistema de pensiones.